LA HABANA (Cuba).- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, cursará el viernes una visita oficial a Cuba para reunirse con el mandatario Raúl Castro y su hermano Fidel, líder de la revolución, e impulsar la cooperación con la isla comunista, su antiguo aliado en la época de la Guerra Fría.

La Habana será la primera escala de Putin en un viaje de seis días a América Latina, donde participará también en una cumbre de potencias emergentes (BRICS) en Brasil y asistirá a la final del Mundial de Fútbol en Río de Janeiro.

El líder del Kremlin iniciará su agenda en Cuba con la colocación de una ofrenda floral ante el Mausoleo al Soldado Internacionalista Soviético y posteriormente visitará a Fidel Castro, de 87 años y retirado del poder desde 2006.

Putin se reunirá también con el presidente Raúl Castro en el Palacio de la Revolución de La Habana, donde los gobiernos ruso y cubano firmarán un paquete de diez acuerdos, entre otros de colaboración en los ámbitos de la cultura, la industria, el comercio y la sanidad.

Es previsible, según ha avanzado el Gobierno ruso, que ambas naciones traten la participación del país europeo en el proyecto de construcción de un nuevo aeropuerto internacional en la localidad San Antonio de los Baños, aprovechando esa base militar aérea cerca de la capital, a unos 10 kilómetros de la actual terminal José Martí.

Además, la principal compañía aérea rusa, Aeroflot, mantiene negociaciones con la isla para la explotación conjunta de una aerolínea que, además de efectuar vuelos nacionales, trasladaría a pasajeros vía La Habana a otros destinos de Latinoamérica.

El viaje de Putin a Cuba tiene lugar una semana después de que el Parlamento ruso ratificara un acuerdo bilateral por el que Moscú condona el 90 por ciento de la deuda que la isla caribeña había contraído con la desaparecida Unión Soviética.

En concreto, Rusia ha perdonado a su socio caribeño 31.700 millones de dólares de la deuda con el país europeo, acumulada por créditos otorgados.

El resto del adeudo, cifrado en 3.520 millones de dólares, deberá ser abonado por La Habana en 20 plazos durante los próximos diez años y reinvertido por Rusia en la economía cubana, según el acuerdo adoptado en febrero del año pasado, durante una visita oficial a la isla del primer ministro Dimitri Medvédev.

Cuba y la extinta URSS llegaron a alcanzar un volumen comercial de entre 5.000 y 9.000 millones de dólares anuales en sus mejores tiempos, pero la desintegración del bloque soviético a comienzos del último decenio del siglo pasado supuso una drástica reducción del comercio bilateral.

Una pausa marcada por los años 90 y la llegada al Kremlin de Putin, en 2000, cuando Moscú prácticamente abandonó a Cuba, hasta entonces su principal aliado en el hemisferio occidental, comenzó a revertirse a partir de 2005, cuando ambos gobiernos relanzaron sus relaciones.


En el sector del turismo, Rusia ocupó en 2013 el noveno puesto entre los países emisores a Cuba, con más de 63.500 turistas de ese país europeo.

En 2012 los intercambios entre los dos países rondaron los 300 millones de dólares en 2012, según fuentes rusas, y en estos momentos el país europeo figura entre los diez primeros socios comerciales de la isla.

Moscú ha manifestado reiteradamente que ve a La Habana como un socio «tradicional», «estratégico» y el «más antiguo» en Latinoamérica, y ha mostrado su interés en incrementar sus inversiones en la isla en áreas económicas claves como la energética y la electricidad.

A finales de abril pasado, Raúl Castro y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, repasaron en La Habana las relaciones bilaterales y pronosticaron que tendrán un «futuro promisorio».

En ese contexto, corporaciones petroleras de Cuba y Rusia acordaron en mayo pasado cooperar en proyectos de exploración de crudo y la creación de una base logística en la primera Zona Especial de Desarrollo de la isla, durante un Foro Económico Internacional en San Petersburgo, al que asistió Putin.

En el sector del turismo, Rusia ocupó en 2013 el noveno puesto entre los países emisores a Cuba, con más de 63.500 turistas de ese país europeo.

Esta segunda visita oficial de Putin a Cuba desde el año 2000 tiene lugar en momentos en que Rusia está involucrada en la crisis en Ucrania, y por su apoyo a los separatistas de esa nación de Europa del Este se ha enfrentado a las críticas de las potencias occidentales.

La llegada del presidente ruso se produce en un momento en que la isla sigue inmersa en su plan para actualizar su economía socialista, unas reformas que se acercan a su fase más compleja con medidas como una mayor apertura a la inversión extranjera.

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