Washington.- Una coalición de unas treinta organizaciones y empresas agrícolas y alimentarias se unieron hoy para promover el levantamiento del embargo de Estados Unidos a Cuba, que supone «un obstáculo auto-impuesto» al comercio.

«Va llevar un tiempo al Congreso relacionarse normalmente con Cuba. Pero necesitamos poner fin a este embargo», indicó Paul Johnson, presidente de Chicago Foods International LLC y vicepresidente de la Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba (USACC, en inglés).

En el evento de presentación del grupo, el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, destacó la «oportunidad comercial» que significaría la normalización del comercio con Cuba, «un mercado a solo 140 kilómetros de nuestra frontera».

La iniciativa se produce apenas un mes después de que el presidente Barack Obama anunciase un giro histórico en las relaciones de Estados Unidos con Cuba, con la intención de avanzar en la normalización diplomática y en el levantamiento del embargo económico impuesto al país caribeño en 1961.

«Los cambios políticos anunciados por el presidente Obama permitirán que los productos estadounidenses sean más competitivos, lo que facilitará que el pueblo cubano tenga más opciones de compra en sus tiendas y ampliar la base de clientes para los agricultores y ganaderos de Estados Unidos», dijo Vilsack.

El secretario de Agricultura remarcó que Cuba importa el 80 % de sus productos agrícolas y es un mercado de 1.700 millones de dólares.

Aunque las empresas agrícolas pueden exportar sus productos a Cuba, las restricciones financieras y comerciales limitan la competitividad de los productos estadounidenses, apuntó la USACC.

De hecho, subrayó la coalición, desde 2008 han cesado las exportaciones de arroz a la isla caribeña por estas trabas.

Entre los miembros del grupo figuran grandes empresas agrícolas y ganaderas, como Cargill o Smithfield Foods, y las principales organizaciones empresariales estadounidenses de productores de arroz, soja, maíz, trigo y pavo.

En representación de los estados de gran producción agrícola y ganadera de Estados Unidos, especialmente en el medio oeste, intervino el gobernador de Misuri, Jay Nixon, quien criticó el «complicado proceso» burocrático actual como «un obstáculo auto-impuesto».

«Las exportaciones agrícolas de Brasil» a Cuba, explicó Nixon, «se han multiplicado por cuatro en la última década» y los competidores extranjeros de España, Argentina o Canadá están ganando cuota de mercado gracias a que no enfrentan las restricciones de los estadounidenses.

La gran batalla se producirá ahora en el Congreso, quien tiene la autoridad exclusiva para levantar el embargo, cuyas dos cámaras controlan los republicanos y quienes se han mostrado de manera mayoritaria en contra de la decisión tomada por el presidente Obama.

El congresista por Dakota del Norte Kevin Cramer, uno de los pocos republicanos que dio la bienvenida al anuncio de Obama, resaltó que es sumamente importante vincular el «comercio a la diplomacia» en el caso cubano.

«El comercio es una de las herramientas fundamentales para exportar la democracia», afirmó Cramer, al destacar que el fin del embargo es también positivo para el pueblo cubano.

El primer encuentro diplomático oficial entre Washington y La Habana tendrá lugar el próximo 21 de enero, cuando la secretaria adjunta para Latinoamérica del Departamento de Estado, Roberta Jacobson, visite el país caribeño en la que será la misión de más alto nivel de un diplomático estadounidense a la Cuba castrista.

EFE

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