San Juan, Puerto Rico.-

El gobierno de la isla intenta ayudar a contrarrestar, con una estrategia inusual, la crisis económica que está llevando a que buena parte de su clase media emigre.

Mientras cada semana se van 100 nuevas familias puertorriqueñas a buscar suerte y empleo en Florida, las autoridades de la isla intentan convertir a este territorio estadounidense en el refugio fiscal de algunos de los hombres más ricos del mundo.

El incentivo con el que los atrae es polémico: al tiempo que el gobierno de Puerto Rico eleva los tributos que pagan los locales, les ofrece a multimillonarios estadounidenses la oportunidad de pagar menos impuestos, a cambio de traer inversiones y comprometerse a crear puestos de trabajo.

Redaccion/DA

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