Santiago

“Mientras él lloraba allá, al mismo tiempo yo estaba desconsolada aquí con el corazón roto”.

Con ojos lagrimosos expresó esas palabras Danissa Rodríguez, la madre de Edward Uceta, el ya súper conocido pelotero “Sopita”, cuando fue abordada por Listín Diario sobre su parecer cuando vio a su hijo de 12 años de edad quebrarse por la imposibilidad vivida luego que los Bravos de Pontezuela, representantes de República Dominicana en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas que se celebra en Williamsport, Pennsylvania, quedó eliminado el pasado lunes de todas posibilidades clasificatorias dentro del evento.

“Ese día estábamos tristes y también felices, porque yo al ver a mi hijo en el terreno de juego fue algo grandioso, pero al no poder estar con él, yo tenía roto mi corazón”, dice con piel erizada.

Cuenta que desde que finalizó el partido tuvo contacto con Edward.

“Lo llamé por teléfono y le dije cómo eran las cosas: que en deporte se gana y se pierde. Que él era un ganador y un luchador y por tanto que no había perdido”.

Danissa atribuye el acto de su hijo a que es un apasionado del béisbol y quería, con muchas ganas, ganar ese juego.

Ella lo describe como un niño tranquilo, amoroso y estudioso, pero con muchos deseos de jugar pelota.

“Mi Edward es un niño muy amoroso y le hemos inculcado valores de familia. Es muy consentido porque es el más chiquito de la familia, Él mantiene muy buenas notas en sus estudios y ya pasó a séptimo grado y por eso estamos muy orgullosos de él. Es muy tranquilo en la casa, pero cuando se le mete en la cabeza que quiere ir para el play, hay que llevarlo. Es una fiebre. Él nació con eso porque desde pequeño, como de un año y medio, pedía que le quitaran la bolita a los potecitos de desodorantes y luego uno lo veía en el patio jugando con un palo y la bolita. El traía ese deseo desde pequeño”, detalla.

Un niño muy contagioso
Esto ahora es que se conoce por el auge de la redes sociales y los periódicos, pero mi niño siempre ha sido muy amigable y contagioso y eso es una bendición de Dios. Él fue a Antigua y a Puerto Rico y allá dejó a toda la gente con el mismo encanto que ahora. Dondequiera que él va hace amistades y amistades por todos lados, doy gracias a Dios por eso. Él se da a querer y el mejor ejemplo es que a cada país que ha ido a jugar en los diferentes torneos lo recuerdan con mucho cariño. Yo tengo mi WhatsApp lleno de mensajes de personas de esos países que son contactos que él trajo”, indica.

Daniissa manifiesta que ahora acompaña a su hijo al play, pues antes trabajaba en una casa de familia y tuvo que dejar el empleo debido a que se le enfermó un hombro y eso le da la oportunidad de llevarlo a jugar.

“A veces me siento triste porque no puedo viajar con el al exterior ya que no tenemos una visa para acompañarlo:, explica.

Rifa para costear viaje
“Los gastos del viaje los costeamos nosotros. Su papá trabaja en un supermercado y yo ahora mismo no estoy trabajando, por eso hicimos rifas de arroz, aceite y juegos de sábanaÖ no recibimos ninguna otra ayuda”, explica.

“Ahora mismo tenemos pequeños líos, pero como dicen por ahíÖ el trompo liao es el que baila”, pero seguimos pa”lante, mientras estemos vivos lo vamos a apoyar en todo lo que sea”, asegura la orgullosa madre también de Julio César y Darlenis.

Añade que visualiza a su hijo llegar a las Grandes Ligas porque cada vez que va a un evento, lo da todo.

Al referirse a las palabras expresadas a través de Twitter por el miembro de Cooperstown, Pedro Martínez, en las cuales plasmó “Mi strike de la noche va para Edward Uceta, buen juego mi niño”, Rodríguez valora como una bendición lo dicho sobre su hijo.

“Para nosotros es un orgullo familiar el que Pedro Martínez haya dedicado unas palabras para mi hijo, nuestra familia está muy agradecida por eso y le deseamos muchas bendiciones”, exclamó.

Llegará el lunes
Danissa cuenta las horas para que llegue el lunes, que es la fecha cuando está pautado el regreso de Edward al país.

“Ya quisiera que hoy fuera lunes”,, dice emocionada.

Aunque no dio detalles, dice que le tienen muchas sorpresas cuando se produzca su arribo por el Aeropuerto Internacional de Licey. “Tenemos muchas sorpresas. Iremos toda la familia, muchos amigos y compañeritos de él”.


SU PADRE LO VALORA

“Me siento muy orgulloso de mi hijo. Imagínate, un niño tan pequeño y su nombre sonando a nivel del mundo, eso es algo grandioso”, dice su padre Cecilio Uceta.

Cecilio subraya con mucho placer el que su hijo le haya hecho ver que ha valido la pena el esfuerzo que ambos padres han realizado.

“Yo no esperaba el impacto que Sopita ha tenido en todos los medios, pero sí sabía que él posee mucho talento y entrega por el juego, donde quiera que juega se destaca por el gran corazón que tiene y el empeño que le pone al juego, por ende, su actuación en ese torneo no me ha tomado por sorpresa”, señala.

Manifiesta que desea que no viven juntos cada vez que se ven o se llaman se profesan mucho amor y cariño.

“Nuestra relación es muy especial. Es un excelente hijo, muy maravilloso, le doy gracias a Dios porque tiene un comportamiento ejemplar.

Yo agradezco a mi familia que siempre nos han apoyado cada vez que lo hemos necesitado”.

Cecilio cuenta que para cubrir los gastos, que ascienden a unos 27 mil pesos, y así poder costear el viaje de Sopita, tuvo que tomar dinero prestado y también vender boletos en su lugar de trabajo y por ello agradece a su compañeros por la contribución.

“Ese esfuerzo que hicimos ha sido recompensado porque él y todo el equipo defendieron con mucho orgullo la bandera dominicana”, ponderó.

Juan Saint Hilaire/ListinDiario

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