NACIONES UNIDAS,
Los palestinos izaron por primera vez su bandera en la sede de las Naciones Unidas ayer, en un gesto simbólico que, no obstante, no esconde el estancamiento absoluto de una de las crisis más antiguas en la historia del ente mundial.

«En este momento histórico le digo a mi pueblo en todas partes: icen la bandera de los palestinos muy en alto porque es un símbolo de nuestra identidad», dijo Abas, de 80 años, a la multitud.

«Hoy es un día de orgullo para los palestinos: el alba se aproxima», agregó el presidente de la Autoridad Palestina durante la ceremonia.

La bandera roja, negra, blanca y verde fue izada en el jardín de rosas de la sede de la ONU, en una nublada tarde neoyorquina que amenazaba con lluvia. Algunos aplausos y bulla estallaron al verla ondear con la brisa.

El pabellón será luego llevado al frente del edificio de la ONU, donde ondeará entre las banderas de los 193 países miembro de Naciones Unidas, y de El Vaticano, que como Palestina, tiene estatus de miembro observador en la ONU.

El izamiento de la bandera constituye un hito en los esfuerzos de los palestinos por lograr su reconocimiento dentro del concierto de naciones, pero la sobriedad de la ceremonia también reflejaba el pesimismo reinante respecto al conflicto palestino-israelí, que se remonta a los albores de la ONU.

Abas presidió la ceremonia junto al Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, poco después de lanzar una denuncia en la Asamblea General contra la ocupación israelí.

Estados Unidos e Israel han desestimado la iniciativa como un gesto simbólico que traba la causa de la paz, pero Ban apuntó que los símbolos «son importantes» y pueden «impulsar a la acción en la dirección correcta».

«Ahora es tiempo de que tanto israelíes como palestinos restauren la confianza en un acuerdo pacífico» con vistas a crear «dos Estados para dos pueblos», añadió.

El mismo miércoles se reunieron representantes del llamado Cuarteto para Medio Oriente (EEUU, la ONU, la UE y Rusia) para reanudar la búsqueda de una solución política, y advirtieron que la tensión en el terreno estaba abocando «peligrosamente al fracaso» una posible solución de dos Estados.

Por su parte, la responsable de Relaciones Exteriores de la UE, Federica Mogherini, dijo que el discurso de Abas ponía de relieve «la urgencia» de actuar inmediatamente. «Hay un condicionamiento y sobre ese condicionamiento vamos a trabajar», dijo a los periodistas sobre la amenaza palestina de abandonar los acuerdos.

«El riesgo es que si no actuamos (…) esto puede ser una gran fuente de radicalismo, no solo en la región sino en todo el mundo», dijo.

La Asamblea General de la ONU aprobó el 10 de septiembre una resolución para permitir izar la bandera de Palestina y del Vaticano en el órgano mundial al lado de las de los países miembros.

La resolución fue apoyada por 119 países, con un fuerte bloque de países de América Latina y los votos de Francia, Rusia y China. Otros 45 se abstuvieron, mientras que Australia, Israel y Estados Unidos la rechazaron.

Abas utilizó el podio de la Asamblea General para pedir a «aquellos países que todavía no han reconocido al Estado de Palestina a hacerlo».

«Palestina, que es Estado observador en Naciones Unidas, merece reconocimiento y membresía plenos» en el órgano mundial, dijo.

En su discurso, el presidente palestino amenazó también no respetar más los acuerdos con Israel si el Estado hebreo no hace lo mismo, por ejemplo continuando con su política de colonización en Cisjordania.

«No podemos continuar estando atados por esos acuerdos e Israel debe asumir todas sus responsabilidades de potencia ocupante, porque el statu quo no puede continuar», lanzó.

Esta amenaza, agitada a menudo por los responsables palestinos, llevaría en la práctica a la disolución de hecho de la Autoridad Palestina, y según las Convenciones de Ginebra, Israel debería entonces asumir los asuntos civiles de la población de los territorios ocupados.

Las palabras de Abas recibieron una crítica inmediata del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, antes de que él mismo subiera al podio de Naciones Unidas el jueves.

«El discurso de Abu Mazen (alias de Mahmud Abas) es deshonesto, incita a la provocación (antiisraelí) y a la destrucción en Oriente Medio», afirmó la oficina del primer ministro mediante un comunicado.

AFP

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