Washington

El FBI y los fiscales del Departamento de Justicia de Estados Unidos han recomendado imputar al exdirector de la CIA David Petraeus por proporcionar información reservada a la que fue su amante, Paula Broadwell, revelaron ayer fuentes oficiales a medios locales.

La última palabra la tiene ahora el fiscal general, Eric Holder, quien deberá decidir si presentar o no cargos contra uno de los exgenerales más laureados, que podría acabar enfrentando penas de cárcel.

El FBI y el Departamento de Justicia investigan desde hace dos años si Petraeus proporcionó información reservada a su amante y biógrafa cuando dirigía la Agencia Central de Inteligencia estadounidense.

Petraeus dimitió como director de la CIA en noviembre de 2012, tras reconocer que había tenido una relación extramatrimonial con Broadwell, quien fue investigada por el FBI ante la sospecha de tuviera información clasificada.

Estaba previsto que Holder tomara una decisión sobre la imputación del exgeneral a finales del año pasado, pero por el momento no ha adelantado cuáles serán los siguientes pasos.

Este retraso en la resolución del caso ha frustrado a muchos en el FBI y el Departamento de Justicia, al considerar que Petraeus ha recibido un trato de favor mientras Holder mantiene una política de mano dura contra los funcionarios del Gobierno que revelan secretos a los periodistas.

El general retirado, uno de los más laureados por su experiencia en Irak y Afganistán, pasó a un discreto segundo plano después del escándalo, que acabó con su reputación y su incipiente carrera al frente de la agencia de espionaje, un cargo que había asumido en septiembre de 2011.

A Petraeus se le atribuye el éxito de la estrategia en la guerra de Irak, que contribuyó al descenso de los niveles de violencia en 2007.

Entre octubre de 2008 y junio de 2010 ejerció la jefatura del Mando Central estadounidense y posteriormente fue nombrado jefe de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en Afganistán.

A finales de marzo de 2013, en su primera intervención pública tras el escándalo, Petraeus pidió perdón por la relación adúltera que mantuvo con Broadwell.

«Lamento mucho las circunstancias que me llevaron a dimitir (como responsable) de la CIA y que han causado tanto dolor a mi familia, amigos y seguidores», dijo entonces ante veteranos y alumnos del programa de estudios del Cuerpo de Capacitación de Oficiales de la Reserva en Los Ángeles (California).

EFE

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