Dajabón (R.Dominicana).- Organizaciones de derechos humanos denunciaron hoy que las personas que se dedican al tráfico de haitianos desde el país caribeño estafan a sus compatriotas, les cobran importantes sumas de dinero, y les aseguran que al emigrar clandestinamente a República Dominicana tendrán garantizado su progreso, así como facilidades para viajar a Estados Unidos.

El activista de derechos humanos y de protección civil del noreste de Haití, Jeansen Roulet, pidió hoy a las autoridades haitianas y dominicanas que inicien acciones conjuntas en contra de los traficantes de humanos por la frontera dominicano-haitiana.

Roulet denunció que hay familias que han vendido sus pequeñas propiedades para emigrar a este país porque los “poteas”, como se conoce en Haití a los traficantes de humanos, les crean ilusiones y sueños, pero al cruzar la frontera muchas veces se convierten en pesadillas.

“Cuando los militares los apresan y los devuelven a Haití están desamparados, no saben dónde ir, han vendido todo y otros han tomado dinero prestado y no tienen con qué pagar, y se exponen a secuestros por parte de los acreedores para que paguen la deuda”, refirió.

Las autoridades castrenses dominicanas estiman que en este mes de enero por la frontera norte de República Dominicana han sido detenidos y repatriados al vecino país, al menos 14.300 inmigrantes haitianos.

Por otro lado, el responsable del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre en Dajabón (Cesfront), Santiago Gómez, dijo que “diariamente son cientos y cientos” los inmigrantes apresados y devueltos a Haití.

Asimismo, señaló que este año 20 personas han sido detenidas por sospechas de tráfico de personas desde Haití y que se han incautado de al menos 55 motocicletas, que es el principal medio de transporte de los indocumentados que prefieren hacer la travesía por el monte.

Jean Anguinne Aliba, uno de los inmigrantes detenidos por las autoridades dominicanas junto a su esposa e hijos, dijo que su pareja y él se dedicaban a la venta de dulces en el pueblo de Port-de-Paix, en el Departamento Noroeste de Haití, pero que como hay muchos vendedores en las calles, las ventas se tornaron lentas.

Aliba fue detenido el pasado sábado por miembros del Cesfront, el Ejército Nacional e inspectores de Migración, cuando junto a su pareja Jacqueline Maritzé Montolío, sus cuatros hijos, su madre y dos sobrinos que trabajaban en la pequeña fábrica, trataban de cruzar de manera clandestina a territorio dominicano.

Subrayó que se sienten estafados por tres “poteas”, al cobrarles dinero para ayudarles a cruzar clandestinamente la frontera con destino a la República Dominicana, prometiéndoles que sus condiciones de vida cambiarían radicalmente.

“Los ‘poteas’ no nos dijeron que esto era así, pensábamos que entraríamos a territorio dominicano sin inconvenientes, pero nos apresaron y nos devuelven”, se quejó el inmigrante.

Indicó que su interés era emigrar a la ciudad de Santiago (norte) para dedicarse al comercio y para que sus hijos puedan ir a la escuela y luego a la universidad en la República Dominicana porque, según dijo, en su país “a los hijos de los pobres se les hace muy difícil estudiar”.

Desde el pasado viernes, al menos 1.487 haitianos indocumentados fueron apresados por organismos militares e inspectores de Migración.

Las autoridades castrenses dijeron que entre los detenidos se encuentran familias completas.

EFE

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