Nueva York. – Con una de las mejores demostraciones de su ilustre carrera, Miguel Ángel Cotto Vázquez se convirtió anoche en el primer puertorriqueño que gana coronas mundiales en cuatro divisiones diferentes, noqueando de manera espectacular a Sergio Gabriel Martínez en la pelea estelar del cartel en el Madison Square Garden.

La asistencia oficial fue 21,090.

El fin vino cuando Martínez no salió a pelear al inicio del décimo episodio.

“Este es el día más grande y feliz de mi vida”, dijo Cotto tras conquistar el título peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Cotto (39-4, 32 nocauts) sorprendió a Martínez (51-3-2, 28 nocauts) con su potencia y velocidad. Le pegó fuerte desde el inicio, lastimándolo con el gancho de izquierda. El primer golpe fuerte tambaleó al argentino, quien luego cayó a la lona tras una andanada de golpes a la cabeza. Luego lo tumbó con una izquierda en gancho al rostro, lo que resultó ser su arma mortal anoche.

Consciente de que estaba siendo arrollado por un rival más rápido de manos, Maravilla intentó el ataque. Cotto lo recibió con una sólida zurda abriendo otra ráfaga. Sin piernas, Martínez cayó por tercera vez. Cotto seguía pausado y pegó al cuerpo.

El de Argentina nunca superó la paliza que el boricua le propinó en esos primeros tres minutos.

“Me tocó muy bien, pleno, al principio y fue muy difícil recuperarme”, admitió Martínez, quien fue llevado a un hospital tras el pleito, como precaución.

“Después que lo tumbé tres veces, no me volví loco. Esta era una pelea a 12 asaltos, no a uno”, expresó el boricua.

En el dos, un Maravilla de pie plano pegó un jab; luego agarró. Calmado, Cotto entró a intercambiar y llegó con sus manos. También recibió una derecha. Sin embargo, el golpe no lo estremeció.

En el tres, Cotto inició con un buen zurdazo en semicírculo. Martínez intentaba la zurda recta y amarraba en el cuerpo a cuerpo. Cotto pegó otra zurda en gancho y Martínez bajó las manos. No veía venir ese golpe. Entonces se fue a la defensiva contra las cuerdas y evadió la agresión contraria. Miguel cerró con una combinación al rostro.

Sergio seguía aturdido, letárgico y sin piernas.

Para el cuarto round, los argentinos en el público buscaron animar al suyo con gritos de “¡Martínez!”.

Los boricuas abuchearon y luego ahogaron las porras contrarias coreando “¡Cotto!” a gritos.

En medio de un intercambio, el de Caguas atinó una sólida derecha en corta distancia y luego una potente zurda. Martínez se estremeció y, sin otra opción, chocó sus guantes y retó a Cotto a intercambiar.

Cotto seguía de cacería. Martinez llegó con una zurda que despertó al boricua. Tras el golpe, Cotto agredió al argentino con una derecha y lo tambaleó con la misma izquierda en gancho que lo hizo caer dos veces en el round inicial.

Martinez jabeo bien y dio señales de vida en el quinto. Cotto trabajó abajo y en contragolpeo. Tan herido permanecía Martínez, que Miguel lo sacudió con un jab.

Era un Cotto con motor de doce cilindros. Cuando Martínez atacó con el 1-2 y gancho, el de Caguas quebró cintura con elegancia. Evadió todos los golpes.

En el seis, Martínez pegó dos jabs y una zurda abajo. Por primera vez estaba de lleno en la pelea. Pero el boricua despidió esa vuelta con buena ofensiva, en el asalto más cerrado del combate.

Para el séptimo, Sergio volvió al cuerpo y luego pegó una fuerte izquierda cuando Cotto entraba.

Más adelante, el cagüeño lo hizo fallar y lo tambaleó con la derecha.

Una combinación de recto y gancho al bazo estremeció a Martínez en los momentos finales, extendiendo un round más la blanqueada que le daba Miguel en las tarjetas de los jueces.

En el octavo, quizás buscando bajar el ritmo de pelea, Cotto puso su jab a trabajar. Martínez atacó pero el boricua demostró de nuevo sus dotes defensivos.

Tras un intercambio, Maravilla se quejó de cabezazo. Cotto disintió con la cabeza, dejándole saber que fue una potente izquierda lo que le pegó, Faltando 10 segundos, Miguel puso el pie en el acelerador y capturó el asalto con una buena ráfaga al rostro.

Para el noveno, Martínez necesitaba un milagro con nombre de nocaut, pero no era lo suficientemente agresivo para conseguirlo.

Seguía caminando desde afuera, cuando recibió una derecha en contragolpe que lo puso mal. Tras tres asaltos algo parejos, el bonaerense lucía de nuevo al borde del abismo.

Un jab de Cotto hizo que Sergio doblara rodilla en la lona al final, y le contaron de nuevo. Era la cuarta caída oficial de un Martínez que se desmoronaba.

Sergio logró terminar de pie en el noveno. En el minuto de descanso, el entrenador de Martínez, Pablo Sarmiento, detuvo la pelea para evitar que su púgil recibiera más castigo.

“Quiero pedirle perdón a todos los argentinos. No me pude recuperar. Y le quiero agradecer a los puertorriqueños. Tienen a un gran campeón”, agregó. “Su defensa fue preciosa”.

“Hay que saber ganar. Y hay que saber perder. Hoy me tocó perder”, agregó Martínez, a preguntas de si su rodilla estaba lastimada.

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