EFE
Roma

El ex primer ministro de Italia Silvio Berlusconi, prácticamente desaparecido de la escena pública por su condena a trabajos sociales, reapareció hoy en un mensaje de vídeo para señalar que, con su gobierno, el país estaba «mejor».

Durante su intervención, publicada en el portal de internet de su partido, Forza Italia (FI), dijo que el país está «atravesando una situación económica gravísima» que incrementa la preocupación de los italianos de «no poder mantener su bienestar».

«Me permito recordaros que, en el 2011, con nuestro Gobierno obligado a dimitir a causa de un verdadero golpe de Estado, estábamos todos mejor», aseveró dirigiéndose a los italianos.

Ese año fue el final de su tercer Ejecutivo, que cayó a causa del incremento constante y descontrolado de la prima de riesgo, que oscilaba en torno a los 500 puntos.

A su gabinete le siguió el tecnócrata de Mario Monti y las coaliciones de los socialdemócratas Enrico Letta y Matteo Renzi, todos ellos sin emerger directamente de las urnas.

«Con los tres gobiernos de la izquierda en los últimos tres años el desempleo, que con nosotros se situaba en el 8,4 %, ha alcanzado el 13,3 % con 1.300.000 puestos de trabajo menos», criticó el excavaliere, título que perdió por sus problemas con la Justicia, al igual que su acta de senador.

Y añadió: «El consumo de las familias ha bajado al 10,7 % con 78.000 millones de euros de gasto menos que en 2011. El valor de los inmuebles se ha reducido al menos un 25 %. Excelentes resultados».

Para atajar esta situación, Berlusocni presentó su propuesta «revolucionaria» basada en una triple reducción impositiva para «la vivienda, para quien trabaja y para las empresas».

Asimismo, se mostró partidario de desarrollar una «zona sin impuestos» para quienes ganen menos de 13.000 euros anuales y la creación de un impuesto «plano» para todos los ciudadanos que «cancele el sistema actual de cuotas diferentes, de deducciones y detracción».

Con este método, según explicó, cada italiano -con rentas superiores a los 13.000 euros al año- pagará «una cuota única» del 20 % de lo que gana, «ni un euro más, ni un euro menos».

Por último, agradeció en tono irónico la labor de Monti, Letta y Renzi, y a «sus muy valiosos colaboradores».

El pasado abril, la Justicia italiana impuso al líder conservador los trabajos sociales para cumplir con su condena por fraude fiscal en el conocido como caso Mediaset ya que por edad, 78 años, no puede entrar en prisión.

Una pena que le ha mantenido alejado de la escena pública italiana debido a la petición de la Justicia de no divulgar detalles del cumplimiento de la condena y mucho menos seguir atacando verbalmente a los magistrados.

Durante los últimos meses, en los que ha tenido que acudir una vez por semana a un centro social de la periferia milanesa, su partido ha experimentado una pronunciada caída electoral.

Tal es así que en las elecciones generales de 2013, Berlusconi recabó con el Pueblo de la Libertad el 29,18 % de los escrutinios mientras que, en las Europeas del pasado mayo, a las que no pudo concurrir por su situación judicial, su partido, renombrado FI, cayó al 16,82 %.

La semana pasada intervino en un acto en su ciudad en el que recordó que «FI continúa entera» al tiempo que reconocía que había perdido votos porque faltaba él.

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