Todo gran proyecto empieza por el primer paso. En el caso de Pablo Piñero, su entrada en la industria hotelera dominicana se produjo en el 1995, momento en que representaba todo una aventura lanzarse a construir hoteles en el Caribe, por lo que el empresario español debió armarse de mucha valentía, y sobre todo de una firme visión capaz de vencer las voces de desaliento que siempre se dejan escuchar cuando se emprende este tipo de iniciativas.

“Recuerdo que hace casi 20 años mi padre nos llevó por una selva en la zona de Río San Juan, al norte de República Dominicana, y dijo aquí vamos a construir el hotel. En ese terreno ya existía un hotelito con cabañitas. Todas nosotras (las hijas de Piñero) nos quedamos sorprendidas… Dijimos aquí ¿en medio de la selva?”, relató a arecoa.com Isabel Piñero, hija del destacado empresario turístico.

“Con esa idea por delante, la gran visión que tuvo, y sobre todo con esa gran valentía que mostró, mi padre decidió apostar desde ese momento por la hotelería de República Dominicana. Para él Dominicana es su casa, se siente como todas nosotras, realmente llevamos la sangre dominicana, nos encanta la gente, creo que es un pueblo muy cariñoso, nos sentimos muy queridos en este país”, comentó a este medio la vicepresidenta de Comunicación y Marketing de Grupo Piñero, Isabel Piñero.

En 2015 Grupo Piñero celebrará por todo lo alto el 20 aniversario de su desembarco en la hotelería dominicana, y lo hará renovando completamente el hotel Bahía Príncipe Río San Juan, su primer establecimiento del país, elevándolo a la categoría de Gran Bahía Príncipe, con lo que confirma su apuesta por el destino de Puerto Plata.

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