Amsterdam, Holanda.

Panoramas pintorescos y múltiples museos de clase mundial son solamente dos de los atractivos que hacen de Amsterdam, la capital de Holanda, meca turística para viajeros que llegan a la ciudad por avión, por otros medios de transporte en giras guiadas por Europa, y por barcos cruceros en travesías europeas variadas, incluidos itinerarios por el norte de Europa.

Lo primero que viene a la mente en lo que respecta a Amsterdam, una ciudad que por más de nueve siglos fue el epicentro de un imperio mundial, es generalmente sus pintorescos canales. Y estos bellos canales, que se extienden por más de 40 millas y que están adornados con lindos puentes, sus casas de arquitectura típica con hastiales escalonados y cafés junto al agua, son definitivamente una característica que define a la ciudad.

Una visita a Amsterdam no está completa sin participar en un paseo por sus canales, una manera maravillosa de pasar una mañana o tarde, particularmente paseando por su lindo trío de canales del siglo XVII, el “Grachtengordel”. Excursiones por los canales se arreglan fácilmente por medio de hoteles y cruceros y forman parte de giras guiadas por la ciudad.

Los viajeros independientes pueden optar por la tarjeta “iAmsterdam city card” (disponible por 24, 48 y 72 horas). En adición a un paseo gratis por los canales, esta tarjeta incluye uso de transporte público gratis, un mapa de la ciudad gratuito y entrada gratis o descontada a muchos de los museos de Amsterdam.

Los museos de Amsterdam siempre están presentes en las agendas de los visitantes, y no es para menos. Entre las instituciones de clase mundial se encuentra el Rijksmuseum (en el Museumstraat, 1), con un número de obras importantes, incluida la obra maestra de Rembrandt “La ronda de noche” (“The Night Watch”) y otras obras de Rembrandt y de Vermeer (incluida “La lechera” (“Milkmaid”), tan realista que los visitantes podrían jurar que la leche se está vertiendo en el lienzo desde la jarra de la chica.

Pocos viajeros se van de Amsterdam sin visitar el Museo de Van Gogh (Paulus Potterstraat, 7) para disfrutar de la belleza de su obra, mundialmente famosa, “Girasoles” (“Sunflowers”) con sus brillantes tonos de amarillo y naranja. El museo cuenta con la más completa colección de obras de Vincent Van Gogh del mundo, incluido su autorretrato “Self Portrait As An Artist” y “El cuarto de Vincent en Arles”, (“Vincent’s Bedroom in Arles”), este último una pintura que le gustó tanto a Van Gogh que pintó dos copias. Obras de otros artistas de la época de Van Gogh también están en exhibición en el museo.

Excursiones organizadas por la ciudad generalmente hacen parada en el Museo de Van Gogh o en el  Rijksmuseum, al igual que en puntos de interés de Amsterdam, incluidos Dam Square, la plaza principal de la ciudad, en el sitio de la presa en el Río Amstel, alrededor del cual la ciudad creció.

Otras visitas obligadas a museos de Amsterdam incluyen el conmovedor Anne Frank Huis (Prinsengracht, 263-267), donde la joven judía Ana Frank y su familia se escondieron durante la persecución de los judíos por los nazis, y donde ella escribió su famoso diario.

 Hay mucho más que ver
En el lado sórdido, el Barrio Rojo, (“ Red Light District”), en la sección más antigua de la ciudad, De Walletjes, es conocido por sus “ventanas de prostitución” que no dejan nada a la imaginación, al igual que sus tiendas y clubes dedicados exclusivamente al sexo.

Imperdibles en lo que respecta a sabores locales son los quesos holandeses, la sopa de chícharo típica de ese país y los panqueques tradicionales, entre otras especialidades culinarias.

Suvenires de una visita a Amsterdam deben necessariamente incluir zuecos holandeses, bulbos de tulipanes y otras flores, y cerámica fina de Delft.

Georgina Cruz Especial para LD

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