Hipólito y Abinader están como los matrimonios en riña. Delante del público dicen que todo está bien pero llevan vidas separadas.

Una y otra vez niegan sus diferencias, ocultan las dificultades que tienen paralizado al Partido Revolucionario Moderno. Luis y Mejía van cada quien por su propio rumbo.

Los dos dirigentes del PRM descartan enfrentamientos grupales pero de vez en cuando los voceros de cada uno  arremeten contra el otro. No requieren aliento para que descarten del contrario.

Ahora, merced al apoyo que recibió  del Partido Humanista Dominicano, Luis Abinader está en posición ventajosa. Es el candidato presidencial de un partido que si bien es pequeño, lo coloca en un sitial distinto ante los electores. Se plantea como una realidad concreta. El ex aspirante vicepresidencial ya encabeza un partido y su boleta.

Ignoro si el PHD tiene reconocimiento legal, pero en lo que se averigua Abinader es su candidato.

Situación muy distinta ocurre con el PRM donde se ve que el tranque llega tan lejos que ni siquiera una directiva tiene. Le falta todo el ornamento para salir a competir.

Durante algún tiempo Hipólito se mantuvo callado y alejado de las cámaras pero leía y releía las encuestas y se percató de que Abinader le estaba sacando ventaja y por eso saltó al centro. Buscó su carril y el viejo se tiró a la calle tratando de acortar distancia.

Hipólito inició los contactos en su casa de San Cristóbal y otros lugares. Se reúne con las comisiones que le piden encarecidamente que acepte la candidatura, cosa que decidirá el año venidero.

Que el líder del PRM sea lanzado o no como candidato es algo que por el momento carece de importancia real ya que se requiere primero que este proyecto sea verdaderamente un partido como reclama Milagros Ortiz Bosch.

Hace poco tiempo el vocero de Abinader, Furcal, dijo que  debía ser escogido por el PRM como candidato presidencial antes de las navidades. Es posible que como se dificultaba la  decisión en esa instancia, sacaron  la que se tenía como una carta para otro momento, y se develizó la candidatura del PHD.

La negativa de los enfrentamientos está bien para los periódicos pero no satisface el escrutinio. A nadie complace. Lo cierto es que el juego en el PRM está trancado y no se ve quién tiene el doble seis.

Alfredo Freites
alfredofreitesc@gmail.com
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