GINEBRA.- La tripulación del avión Solar Impulse II, que aterrizará hoy a las 16.00 GMT en Hawai (EE. UU.), pidió a todos los que siguen esta aventura apoyar su iniciativa en favor de la energía limpia.

El avión solar partió el pasado 28 de junio de Nagoya (Japón) hacia la isla de Hawai en un complicado vuelo sobre el Pacífico, que habrá sobrevolado en total cinco días y cinco noches cuando tome tierra dentro de algunas horas.

El proyecto ha demostrado así que existen soluciones tecnológicas que permiten a un avión volar día y noche sin combustible, lo que para sus promotores demuestra su potencial en usos de la vida diaria.

El trayecto actual forma parte de la vuelta al mundo que realiza el avión solar.

El piloto que realiza el tramo Nagoya-Hawai, André Borschberg, dijo hoy desde la cabina de pilotaje que este vuelo «es muy complejo, pero saber que la gente está apoyando nuestra iniciativa es una motivación muy poderosa».

El proyecto Solar Impulse lanzó recientemente una iniciativa llamada «El futuro es limpio», que sus seguidores y quienes están de acuerdo con esta idea pueden apoyar en www.futureisclean.org, una plataforma para convencer a los gobiernos del mundo de que deben implementar las soluciones tecnológicas que permitirían preservar el medio ambiente.

Esta iniciativa busca favorecer también el éxito de la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente, que tendrá lugar en diciembre en París y donde deben tomarse decisiones cruciales para el futuro de la humanidad.

El otro piloto del Solar Impulse y fundador del proyecto, Bernard Piccard, recordó hoy por su parte que este avión no fue construido para transportar pasajeros, sino para «llevar un mensaje».

A ese respecto, explicó que la utilización de tecnología similar a la que permite a su avión aprovechar de la manera más eficiente la energía del sol haría posible reducir a la mitad el consumo de energía y la emisión de los gases que producen el efecto invernadero.

«Si se aplicará adecuadamente la eficiencia energética en la movilidad terrestre, en los edificios, en los procesos industriales, así como en la iluminación, en la refrigeración y en los sistemas de calefacción ello sería posible», recalcó.

EFE

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