Miami, Florida.-Yuri Sucart, más conocido por ser el ex asistente personal del pelotero Alex Rodríguez (A-Rod), pasó dos décadas ocupándose de todas las necesidades que tenía su famoso primo: llevándolo de un sitio a otro, comprándole comida, recogiéndole la ropa de la lavandería, y hasta inyectándole a la superestrella de los Yankees de Nueva York esteroides para mejorar su rendimiento en el terreno de juego.

Después el célebre antesalista de los Yankees Miami se deshizo de Sucart y le pagó $900,000 para que no hablara nada de sus problemas.

Con una dolencia cardíaca y enormes deudas por gastos médicos, Sucart, de 53 años, esperaba recibir una sentencia de cinco meses de arresto domiciliario por proporcionarle hormonas de crecimiento humano a estrellas de Grandes Ligas y a peloteros adolescentes que comienzan sus carreras. Las sustancias prohibidas las entregaba un falso médico dueño de una clínica antienvejecimiento de Coral Gables, Biogenesis of America, que fue el centro del más grande escándalo por drogas en toda la historia del béisbol.

El jueves, la jueza de Distrito Cecilia Altonaga, aunque reconoció los serios problemas de salud de Sucart, le impuso una sentencia de siete meses de prisión además de un año de libertad condicional. Sucart deberá presentarse ante las autoridades el viernes.

La decisión de la jueza se acerca a una recomendación hecha por los fiscales federales Pat Sullivan y Sharad Motiani quienes pedían una condena de ocho meses de cárcel. Ambos solicitaron que fuera sentenciado a cumplir una pena de cárcel ya que Sucart es uno de los tres acusados hallados culpables en el caso de Biogenesis por distribuir esteroides tanto a peloteros profesionales como a menores.

“Esperábamos que fuera un arresto domiciliario”, dijo Edward J. O’Donnell IV, abogado defensor de Sucart, tras la sentencia. “Ha sido un caso muy largo y agotador”.

En marzo, el primo de Rodríguez se convirtió en el último de los acusados en declararse culpable en la pesquisa federal por la venta ilegal de esteroides a través de la clínica Biogenesis.

Sucart admitió haber conspirado junto a otros para distribuir hormonas de crecimiento humano a atletas, desde Rodríguez a otros con edades de secundaria. Un total de siete acusados, entre ellos el ex propietario de Biogenesis Anthony Bosch, se declararon culpables con anterioridad y recibieron diversos tipos de sentencias, desde libertad condicional hasta cuatro años de prisión.

La investigación de las Grandes Ligas sobre el uso de sustancias prohibidas vinculadas con Biogenesis trajo como resultado las suspensiones de 14 jugadores, uno de ellos Rodríguez, quien fue suspendido por toda la temporada del 2014. Rodríguez, de regreso este año con los Yankees como bateador designado, evitó tener que testificar en una corte pública toda vez que Sucart se declaró culpable.

En una audiencia de Rodríguez que tuvo lugar en marzo, Altonaga leyó un documento firmado por Sucart donde admitía llevar a jugadores profesionales a la clínica de Bosch como clientes de esteroides y haber recibido hasta $13,500 al mes entre el 2010 y abril del 2013.

Sucart también llevó a la clínica otros atletas, cuyas edades iban de 17 a 19 años, quienes ansiaban poder jugar béisbol universitario. Agentes de la Agencia de Lucha Antidrogas (DEA) comenzaron a rastrear y a investigar a Sucart luego de saber por investigadores de las Grandes Ligas en el otoño del 2012 que Rodríguez estaba usando testosterona y hormonas de crecimiento que facilitaba Bosch. Los investigadores hasta le proporcionaron a la DEA un informante para llevar a cabo la pesquisa. Los agentes lograron grabar el celular de Sucart en el momento en que le compraba sustancias prohibidas a un asociado de Bosch, Carlos Acevedo, luego que la clínica Biogenesis fue clausurada a finales del 2012.

“Usted reclutó activamente a los jugadores diciéndoles que tenía un ‘doctor’ que los podría ayudar a ponerse más fuertes y a recuperarse de lesiones con más rapidez”, leyó Altonaga. “El ‘doctor’ no aceptaba cheques, sólo dinero en efectivo, ya que el dinero al contado no dejaba detrás ninguna evidencia”.

“Correcto”, respondió Sucart a través de un intérprete de español.

En documentos judiciales, los abogados de Sucart dijeron que durante años su cliente trabajó como asistente de Rodríguez “para satisfacerle cualquier necesidad, capricho e instrucciones que tuviera el astro, y con frecuencia trabajó hasta los siete días de la semana”. En dichos documentos también se dice que Sucart fue una especie de “mula de esteroides” de Rodríguez.

Associated Press contribuyó a este reportaje.

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