El Ejército de Nigeria ha acordado un alto el fuego con la secta islamista Boko Haram y la próxima liberación de las más de 200 niñas secuestradas en abril en la zona noreste del país, según el jefe del Estado Mayor, Alex Badeh.

Una fuente de la Presidencia también ha confirmado a Reuters estos «dos acuerdos». «Primero, un alto el fuego y, luego, la liberación de las niñas secuestradas en Chibok», ha informado esta fuente.

Aunque no han trascendido los detalles del acuerdo, el Ejército ya ha ordenado a todos sus soldados que cumplan con el pacto alcanzado en todas las operaciones que desarrollen.

El alto el fuego fue alcanzado en una reunión celebrada esta misma mañana en Yamena, a la que asistieron el jefe de Gabinete de la Presidencia, Hassan Tukur, funcionarios del Gobierno del Chad y representantes de Boko Haram, informó Badeh.

El acuerdo ha sido posible tras, según un asesor presidencial, Hasán Tukur, citado por la BBC.

Un grupo de milicianos de Boko Haram -cuyo nombre significa ‘la educación occidental está prohibida’- irrumpieron el pasado 14 de abril en la escuela de niñas de Chibok, una pequeña aldea del noreste de Nigeria, y secuestraron a más de 250 menores.

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Este prolongado secuestro y la respuesta del Gobierno, que ha llegado a atribuirse la liberación de niñas que habían huido por su cuenta, ha desatado la ira de los nigerianos y las críticas de la comunidad internacional. El martes, coincidiendo con los seis meses transcurridos desde el rapto, decenas de personas se concentraron en las inmediaciones del palacio presidencial en Abuya.

Estados Unidos va a seguir trabajando por la liberación de las más de 200 niñas nigerianas secuestradas hace medio año por el grupo terrorista islámico Boko Haram, subrayó la Casa Blanca.

En un comunicado, la principal asesora de seguridad del presidente Barack Obama, Susan Rice, recordó el «compromiso» de EE.UU. desde que ocurrió el secuestro en abril pasado para apoyar los esfuerzos del Gobierno nigeriano y lograr que «las niñas regresen a sus casas».

Desde que las menores fueron raptadas durante la noche en Chibok, una pequeña aldea del estado de Borno, «hemos asistido en las investigaciones, incluyendo despliegue de personal sobre el terreno, facilitación de comunicaciones estratégicas y asistencia a las familias», enumeró Rice.

Estos esfuerzos, según la asesora de Obama, son parte del apoyo «más amplio» que presta EE.UU. a Nigeria para desarrollar «una estrategia global de lucha contra el terrorismo«.

«Vamos a seguir trabajando por la liberación de todas las niñas que permanecen en cautiverio, al igual que celebramos la libertad de los pocos que han logrado escapar de las garras de Boko Haram», insistió Rice.

El secuestro alcanzó una difusión global gracias a las cuentas de Twitter de algunos personajes famosos, que propiciaron una movilización digital en favor de la liberación bajo la etiqueta «BringBackOurGirls» («Traigan de vuelta a nuestras niñas»).

La primera dama estadounidense, Michelle Obama; el cantante Justin Timberlake y los actores Sean Penn, Ashton Kutcher y Jessica Biel se fotografiaron con ese y otros carteles como «Real men don’t buy girls» («Los hombres de verdad no compran niñas»).

Malala apoya la campaña #BringBackOurGirls

La campaña fue perdiendo fuerza con el paso del tiempo y a día de hoy, seis meses después, nada se sabe del paradero de las niñas.

El reflejo del EI en África

En los últimos meses, Boko Haram ha endurecido su cruzada de terror en el norte de Nigeria con centenares de asesinatos y la ocupación de territorios para declarar un califato islámico, un nuevo rumbo que sigue el reflejo del grupo yihadista Estado Islámico (EI)

Al mismo tiempo que el EI cobraba visibilidad convirtiéndose en una de las amenazas internacionales más temibles por la brutalidad de sus acciones, con las que ha tomado el control de un amplio territorio de Irak y Siria, Boko Haram lanzaba una nueva campaña repleta de similitudes.

«La decisión de Boko Haram de apoderarse de territorios y declarar un califato es la indicación más clara hasta ahora de que el grupo se ha vinculado, ya sea física o ideológicamente, con los yihadistas del EI», explicó a Efe el analista político nigeriano Olu Ajayi.

Aunque Boko Haram siempre se ha caracterizado por la exacerbada violencia de unos ataques indiscriminados contra la población, ahora actúa con un objetivo claro: tomar pueblos y ciudades para izar su bandera y declarar un califato islámico en los territorios capturados.

Hasta el momento, más de 15 localidades del norte del país están bajo el control de los terroristas tras haber asesinado a centenares de personas -en su mayoría cristianas-, lo que supone su primer paso en firme para lograr el objetivo de implantar el estado islámico en el país.

Su periodo más sangriento

Los últimos seis meses se han convertido en el periodo más sangriento en la historia de Boko Haram, que en lenguas locales significa «la educación no islámica es pecado» y lucha por imponer la ley islámica en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.

Las cifras lo corroboran: en lo que va de año, el grupo ha asesinado a cerca de 3.000 personas y a más de 12.000 desde 2009, según los cálculos del Gobierno nigeriano.

Entre todos sus ataques recientes, el que más conmocionó a Nigeria y al resto del planeta fue el secuestro de más de 200 niñas en una escuela de Chibok, en el estado septentrional de Borno.

Lainformacion.com

 

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