Los pronósticos tiñen el mapa electoral de EEUU de «rojo republicano»
Washington.- Todos los pronósticos otorgan a los republicanos una victoria, más o menos estrecha, en las elecciones legislativas de Estados Unidos que se celebran este martes y en las que lograr el control del Senado es el gran objetivo, pero ¿por qué los conservadores juegan con ventaja?
No hay duda de que los republicanos conservarán la mayoría en la Cámara de Representantes, que renueva sus 435 asientos, pero en la Cámara Alta, que solo renovará un tercio de sus 100 legisladores, necesitan seis escaños para así controlar la totalidad del Congreso.
Como explica a Efe Donna Hoffman, profesora de Ciencia Política de la Universidad Northern Iowa, el hecho de que los estadounidenses solo elijan un tercio del Senado cada vez que acuden a las urnas en unos comicios legislativos, hace que el mapa electoral favorezca a un partido u otro dependiendo de las tendencias políticas de cada estado y de quién defienda el escaño.
«En este ciclo, el mapa favorece a los republicanos. De los 36 escaños que están siendo elegidos en este ciclo, 21 de ellos están actualmente en manos de un demócrata. Por lo tanto, los demócratas están defendiendo más escaños que los republicanos», dice Hoffman.
«Además -añade la experta-, esta es una elección de mitad de mandato y el partido del presidente casi siempre pierde escaños en el Congreso»,
Cada vez que EEUU se aproxima a una fecha electoral comienza a hablarse de estados «azules», en referencia al color que define a los demócratas, y estados «rojos», identificados con los republicanos, que son los que este año tiñen el mapa político.
En ese sentido, agrega Hoffman, hay que destacar los estados con tendencia conservadora que cuentan con un senador demócrata que afronta la reelección, como es el caso este año de Mark Begich (Alaska), Mary Landrieu (Luisiana) y Mark Pryor (Arizona).
«Estos, además de defender sus escaños en ‘estados rojos’, también se enfrentan a un entorno no especialmente favorable a los demócratas con un presidente demócrata que es particularmente impopular en sus estados», agrega la profesora, en referencia a los bajísimos índices de popularidad que registra el presidente estadounidense, Barack Obama.
Otros «estados rojos» tienen elecciones competidas, aunque no hay un titular demócrata, sino uno republicano, como Mitch McConnell en Kentucky -líder de la minoría republicana en el Senado-, y Charles Roberts, en Kansas, pero son casos más excepcionales.
«Los demócratas están jugando a la defensiva, porque ganaron varios escaños en 2008 -aupados por la ola Obama- que se encuentran en estados que no son muy afines, como Virginia Occidental y Arkansas», y han sufrido retiradas clave como Dakota del Sur, que vota republicano en las presidenciales, apunta Justin W. Holmes, también especialista en Ciencia Política de la misma universidad.
«Hay un número de asientos en los que los republicanos se sienten bastante seguros, principalmente en el sur y el oeste. Estos son estados muy densamente poblados por votantes republicanos y en un año con tendencia republicana, por lo que, en su mayoría, se sienten seguros», añade el profesor universitario.
Los estados teñidos de azul en todas las predicciones se reducen a Massachusetts, Rhode Island, Delaware y Hawai, junto a las altas probabilidades demócratas en Nuevo México, Oregón, Minesota, Illinois, Virginia y Nueva Jersey.
Sin embargo, los republicanos tienen «asegurados» Montana, Idaho, Wyoming, Nebraska, Oklahoma, Texas, Alabama, Carolina del Sur, Tennessee y Maine, más las «muy probables» victorias en Misuri, Dakota del Sur y Virginia Occidental.
Como concluye Holmes, este mapa favorable ha permitido al Partido Republicano centrar sus recursos en aquellas contiendas más reñidas, como Iowa o Colorado, aunque los demócratas han hecho lo mismo con sus esfuerzos por dar muchos de esos estados «por perdidos». EFE
Autor: Raquel Godos