San Juan, Puerto Rico.-

La semana bursátil culmina este jueves en los mercados estadounidenses, que celebran mañana el 4 de julio, y lo hace con números rojos para los valores implicados en la crisis que atraviesa Puerto Rico, especialmente sus bancos y aseguradoras.

El causante de estas caídas fue el anuncio el lunes del gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, de que, ante la «insostenible» situación fiscal de la isla, había decidido convocar a los bonistas para tratar de reestructurar una deuda que resulta «impagable».

Este anuncio, adelantado el domingo por una entrevista concedida a The New York Times, fue el causante de que el Popular, el mayor banco boricua, bajara esta semana en el Nasdaq un 9,9%, para cerrar a 29,68 dólares por acción, con el lunes y martes como los peores días y miércoles y jueves con una leve recuperación.

Lo mismo ocurrió con First Bank, aunque en este caso el desplome fue del 26,21%, lo que supone perder más de una cuarta parte de su valor bursátil en sólo cuatro días, para cerrar este jueves a 4,74 dólares en la Bolsa de Nueva York (NYSE).

Poco ayudó que esta semana las tres grandes agencia calificadoras decidieran enterrar aún más a los bonos puertorriqueños en la categoría especulativa, la de los «bonos basura» o «chatarra».

La misma evolución -caer con fuerza lunes y martes y mantenerse miércoles y jueves- registró la matriz de Oriental Bank, que cayó incluso más que sus competidores. Durante la semana sus acciones bajaron un 31,34%, para cerrar en el NYSE a 9,64 dólares. Ello quiere decir que en cuatro días ha perdido casi un tercio de su capitalización bursátil.

En el ámbito asegurador, MBIA también perdió cerca de un tercio de su valor (-30,56 %) y sus acciones acabaron a 5,75 dólares, mientras que Assured Guaranty retrocedió el 11,78 %.

Pese a las caídas, la Asociación de Bancos de Puerto Rico insiste en que el sector bancario es «sólido, fiable y eficiente», por lo que está preparado para encarar la crisis.

EFE/Mar Gonzalo

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