Londres. Según el ‘Daily Mail’, el Ramadán es el período de ayuno musulmán de un mes que hace hincapié en el autocontrol y la moderación. Sin embargo, una vez culminado, los jeques árabes se dedican al desenfreno en las compras.

Esta etapa es conocida como el “Ramadán Rush”, donde los multimillonarios vuelan al Reino Unido para “despedir” a su mes de ayuno con gran indulgencia. Los expertos esperan que el derroche post-Ramadán dure durante todo agosto, no sólo en Londres, sino en todo el Reino Unido.

Incluso, la prohibición francesa de las burkas, que usan las mujeres de algunas de las familias más ricas de Oriente Medio, significa que el número de visitantes después de Ramadán para el Reino Unido sea aún mayor.

Muchas tiendas de lujo como Harrods, Selfridges y Harvey Nichols extienden sus horarios de apertura durante julio y agosto. Allí se ve un interminable desfile de vehículos de lujo, personalizados según los miembros de las familias reales de Kuwait, Qatar y Arabia Saudita.

Los coches de lujo que desfilan por las calles de Londres alcanzaron un nuevo nivel de extravagancia esta semana cuando un árabe rico rodó su oro Range Rover por la ciudad.

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Los ricos playboys árabes que visitan Londres cada verano en sus espectaculares y carísimos coches tienen muchos seguidores pero a la vez muchos detractores. Alojados en Knightsbridge, en el centro de Londres, donde el precio medio de la vivienda ronda los 3.6 millones de libras, muchos de los residentes están deseando que pronto se arruinen.

El comportamiento de estos “ricos playboys árabes” ha sido seguido por un documental de Channel 4 en el que se puede ver como los jóvenes abandonan el Golfo para ir al Reino Unido y pasar tres meses a todo trapo.

En el documental se podrá ver como la policía persigue a estos chicos que en ocasiones llegan a ser de lo más temerarios mientras viajan dentro de sus Bugattis, Ferraris, Koenigseggs y Lamborghinis.

Panda Morgan-Thomas, un residente de Knightsbridge de 59 años de edad, está liderando una campaña para poner freno a este tipo de conducción indisciplinada. Según explica estos conductores son un quebradero de cabeza cada verano. “Estoy desbordado por las quejas de los demás residentes, no se puede dormir y creo que los ánimos de la gente cada vez están más caldeados. Es muy difícil estar con falta de sueño y seguir con una vida normal”.

El problema se ha convertido en un asunto de la policía debido a los accidentes que producen y a los conductores que no tienen seguro. La policía ya ha denunciado y se ha incautado de decenas de coches de lujo por no tener seguro y viajar en coches sin sus correspondientes matrículas.

 

Abdul Aziz Rashid, de 27 años de edad, originario de Arabia Saudita, llega cada año al Reino Unido subido a su super deportivo y dice que si se habla va a escuchar. “He oído que los vecinos siempre se quejan pero no vienen a mí para quejarse. Si alguien se queja de algo yo lo respetaré e intentaré solucionarlo. Somos extranjeros aquí”. “Nosotros venimos para pasar un buen rato y no causar problemas. Si alguien me habla y me pide que no haga algo entonces no lo haré”, comentaba Abdul.

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Otro turista, Abdul Aziz Al Rashed, llegó a Londres en el verano con su Lamborghini Aventador de 308.000 euros. Durante la realización del documental fue detenido por la policía que le incautó el coche por no tener seguro. Aún así explica que disfrutó de su estancia en Londres.

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Todos mis amigos estaban tristes por tener que irse a Kuwait. Nos divertimos durante tres meses y estoy triste de tener que volver al desierto“, explicaba Rashed.

 

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Este auto al estilo Terminator KTM X-Bow superdeportivo, fue construido en Austria y costó 80 mil libras. (Foto: Bradley Page)

Los autos de lujos de los acaudalados bolsillos árabes, van  con sus ruedas firmemente amarradas a las plataformas en lugar de recorrer miles de kilómetros expuestas al calor del asfalto, viajando en avión de un sitio al otro, siguiendo a sus dueños.

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Los superdeportivos surcan los cielos cada año traídos desde el Medio Oriente hasta Londres por sus ricos propietarios árabes, por lo general sólo por un par de semanas durante el verano.

Los dueños de estos automóviles, muchos de ellos procedentes de Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, no escatiman gastos y pagan hasta 20.000 libras (33.000 dólares) por traer sus bólidos consigo en sus días de vacaciones.

Qatar Airways es una de esas líneas aéreas que trae los coches de lujo de Doha a Heathrow. Fijado a uno de sus Airbus A330, la preciada carga, se acomoda en una sola fila o en una configuración de lado a lado.

Fuente: Dailymail.co.uk

 

 

 

 

 

 

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