SANTO DOMINGO. En menos de 24 horas, Ubaldo Jiménez fue relegado al bullpen de los Orioles, los Rockies comunicaron que prefieren pagarle unos US$40 millones a José Reyes, y tenerlo lejos del club, y Ervin Santana puso más en peligro su continuidad en la rotación de los Mellizos.

No todas son buenas noticias para los peloteros dominicanos en las Grandes Ligas. Hay casos de millonarios caídos en desgracia, que de momento molestan en sus clubhouses.

Reyes, un cuatro veces All Star y tercero entre los activos en robos (479), tan pronto estuvo hábil para ser activado (ayer), luego de cumplir una suspensión por violencia doméstica, y agotar una estadía en ligas menores, fue colocado en asignación.

Es decir, Colorado tiene 10 días para cambiarlo, dejarlo libre, enviarlo a las menores, o colocarlo en waivers, disponible para que cualquier club lo adquiera, con preferencia en los de peores récords.

El club que lo tome sólo tendrá que pagar por 2016 la proporción del salario mínimo de US$510 mil, unos US$180 mil, mientras que los de Denver desembolsarán el restante de US$16 millones (ya que el toletero perdió unos US$6.1 millones por ausentarse dos meses por la penalización).

Será la misma fórmula para la próxima campaña, cuando el nativo de Santiago devengará otros US$22 millones, y para 2018 habría que pagarle al menos US$4 millones si el club que lo tenga no ejerce la opción de US$22 millones que tiene.

Reyes, que cumplió 33 años el sábado, llegó a Colorado desde Toronto a finales de julio en una operación en la que el conjunto de las Montañas Rocosas en medio de una reconstrucción buscaba desprenderse de un pacto más grande que tenía Troy Tulowitzki (US$104 millones) y cambiar a Reyes por material más fresco a más tardar el próximo mes.

Sin embargo, el incidente que protagonizó La Melaza el 31 de octubre en Hawái en el que su esposa llamó al 911 alegando que había sido golpeada por el torpedero desató un terremoto que no termina de parar.

A esto se suma la explosión ofensiva del novato campo corto Trevor Story (17 jonrones y 45 empujadas), quien de momento ha resuelto el tema de la posición.

Colocar a Reyes en esa posición era una operación impensable hasta hace poco. Pero a las cuentas de los Rockies ingresaron US$227 millones en 2015, y sus compromisos para este año apenas alcanzan los US$106 millones lo que les deja un gran colchón para cubrir esos “imprevistos”.

Reyes firmó su contrato actual en 2012 con los Marlins por US$106 millones, pero a finales de esa campaña pasó a Toronto hasta 2015.

NPerez@diariolibre.com

Ubaldo, ¿el próximo?
En su carrera de 11 años, Ubaldo Jiménez ha trabajado en 282 partidos, y solo en tres de ellos como relevista. Ocurrió en 2014, cuando laboró 5.1 entradas en su año de estreno del pacto de US$50 millones que lo ata hasta 2017. Esta vez el entrenador Buck Showalter vuelve a degradar al que hasta el domingo fuera su tercer brazo en la rotación para ver cómo responde. La gota que rebosó la copa fue el tercio de entrada ante Toronto en el que toleró seis hits y cinco vueltas. En el curso Jiménez (3-7) ha laborado 62.2 entradas de 89 hits, 48 vueltas, 35 bases y 53 ponches con elevada efectividad (6.89) y horrible WHIP de 1.97. Su bola rápida ha perdido 2.1 millas desde 2014 y está en su promedio más bajo (90 mph). El club aún le debe US$18 millones hasta 2017. En Minnesota, Ervin Santana también la tiene complicada. “Magic” acumula 1-7 con efectividad de 5.10 en 65.1 capítulos de 77 imparables, 37 vueltas, 21 bases, 49 ponches y enorme WHIP de 1.50. Este año cobrará US$13.5 millones y entre 2017 y 2019 le restan US$41 millones.

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