Nueva York, USA.- A pesar del éxito profesional de Jennifer López, la cantante y actriz ha confesado que antes se enamoraba de toda aquella persona que le demostrara un poco de cariño, y es que tiene ciertos problemas de autoestima. «Tenía confianza en lo que podía hacer.

No tenía tanta confianza en quién era o lo que tenía que ofrecer simplemente como una chica» le confesó a Maria Shriver durante una entrevista para el programa Today.

Este podría ser uno de los motivos por el que López ha saltado de una relación a otra, porque como ella mismo dice «te enamoras del primero que te muestra cariño» y añadió que eso fue lo que le pasó con las relaciones que mantuvo con Ben Affleck y con su ex esposo, Marc Anthony.

Ahora, tras su fracaso sentimental con Casper Smart se encuentra sola a la espera de que aparezca la persona que finalmente logre enamorarla para siempre, aunque confiesa que tiene miedo a quedarse sola: «También sé que no puedo tomar decisiones basándome en el miedo.

La clave para ser feliz es aprender a amarse a uno mismo. Pero cuando lo dice una estrella como Jennifer López adquiere otra dimensión, y más cuando admite que hubiese querido aprender antes la lección y que ahora, tras tres matrimonios y numerosos romances, quiere estar sola.

«Este es el camino en el que estoy ahora embarcada, darme tiempo para mí misma, estar sola, no salir con nadie ni empezar una nueva relación», aseguró hoy la cantante de ascendencia puertorriqueña en una entrevista con motivo del lanzamiento de su primer libro «True Love» («Amor Verdedero»).

Esto empezó como un diario personal durante una gira y terminó en otra vía más para acercar a sus seguidores aspectos de su vida hasta ahora desconocidos, un proceso que reconoce que fue «difícil y doloroso», pero que quiso afrontar porque entre sus responsabilidades como artista, aseguró, también está mostrar su lado vulnerable.

«En ese momento estaba viviendo un gran momento profesional, pero al mismo tiempo, detrás de las cámaras y de los escenarios, me estaban pasando muchas cosas», explicó la estrella, quien al principio tuvo miedo de compartir con los demás aspectos íntimos de su vida, pero llegó a la conclusión de que valía la pena hacerlo.

Aunque mucho se ha escrito sobre sus problemas con Marc Anthony o de lo dañinas que pudieron llegar a ser algunas de sus relaciones, Jennifer López no busca culpables. «No se trata de señalar a nadie con el dedo, sino de aprender a mirarse en el espejo»

Cuando empecé a hacerlo, entendí que no me gustaba lo que estaba viendo y que llevaba demasiado tiempo buscando que otras personas llenasen vacíos que me correspondía a mí llenarlos.

No tiene todas las respuestas ni pretende dar consejos, pero JLo quiere mostrar una parte de su «puzzle» y se da por satisfecha si con ello logra ayudar a alguien. «El amor verdadero es el amor a uno mismo antes de compartirlo. Solo entonces puede aparecer alguien más para sumarse a esa felicidad», añadió.

Aunque la artista de ascendencia boricua no cierra la puerta a futuras relaciones, insiste en que en esta etapa prefiere concentrarse en sus hijos y en apreciar la persona que hay detrás del personaje público: «Una mujer honesta y trabajadora, una buena amiga, amante y generosa de su gente», dijo.

«Nos pasamos la vida repitiendo que hay que cuidar a los demás, que tenemos que ser buenos vecinos, y sin duda eso es algo valioso, pero esto es como nos dicen en los aviones, cuando caen las máscaras de oxígeno, primero tenemos que ponernos la nuestra antes de ayudar a los demás».

Dos años de su vida en los que Jennifer López se enfrentó «como artista y como madre» a sus mayores retos y en los que identificó sus miedos más grandes, pero de los que salió «más fuerte que nunca», y que ahora llega a las estanterías de las librerías tanto en inglés como en español.

Un porcentaje de las ventas de «True Love», en el que se incluyen también un centenar de fotografías inéditas de diferentes momentos de su vida privada, irá a parar a The Lopez Family Foundation, la organización dedicada a la mejora de la salud y el bienestar de mujeres y niños.

eleconomista.es

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