SANTO DOMINGO.-Una inusual escena de llanto y dolor, entre abrazos de familiares y peticiones de sanación para los enfermos, matizó ayer el velatorio de Elicenia Féliz Miller, muerta a tiros por su hijo, el sargento de la Policía Nacional Johan Feliz, el pasado viernes, quien además hirió de gravedad a su hermana Mayelin Féliz en el sector Cerros del Ozama.

Esta última se salvó milagrosamente y se encuentra en recuperación en el Hospital Darío Contreras.

La muerte de la mujer de 53 años de edad consternó a familiares y vecinos, quienes dieron testimonio de otros hechos de agresión en los que se vio involucrado el victimario, y ponen en evidencia una vez más la fragilidad de la justicia dominicana.

Conflicto

La tragedia surgió a partir de un conflicto entre Elicenia y Johan, a quien su madre le cedió el segundo nivel de su casa en la calle Central número 9 para que construyera un apartamento y viviera allí con su niña y la esposa.

Sin embargo, diferencias entre esta y la suegra obligaron a la víctima a pedirles que se mudaran, adelantándoles RD$50 mil pesos para que alquilaran en otro lugar y la promesa de pagarles lo antes posible los 700 mil pesos invertidos en la edificación.

Versiones recogidas entre vecinos dieron cuenta de que un juez de Instrucción de esa jurisdicción de Santo Domingo Este había dictado una orden de alejamiento a Johan para que no molestara y le diera tiempo a su mamá a devolverle el dinero invertido.

El viernes, cuando Mayi, como llamaban a la hoy occisa, iba a salir de la vivienda a las 8:40 a. m., Johan bajó y empezó a discutir con ella.

La hermana intervino y él reaccionó mantando a su madre e hiriendo a su hermana.
“Después intentó matar a la hermana y no tenía tiros, fue arriba a recargar la pistola, para matar a la hermana y cuando bajó, al ver a la mamá dijo: ¡oh y tú ta viva! y la a remató.

Luego le disparó dos veces a la hermana”, narró Víctor Acevedo, un taxista que presenció el hecho.

Este dijo que en una ocasión estuvo de justicia con el sargento; otros los calificaron de conflictivo y que atemorizaba con su accionar.

Ayer, David Miller, el mayor de diez hermanos de la víctima, aprovechó el velatorio en la Funeraria Blandino de la avenida Sabana Larga para orar y hacer peticiones de sanación a enfermos que acudieron a darle el último adiós a Elicenia Féliz Miller.

Panorama

—1— Injustificable
Indignados vecinos pidieron pena máxima o inyección letal, si en el país existiera.
—2— Familia cristiana
Buena parte de los parientes de la víctima son evangélicos, dos de sus hermanos pastores.
—3— Justicia divina
Hermano de la víctima pide justicia y clama por sanación de almas.

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