SANTO DOMINGO.- ¡Lo que está pasando en el mar es algo que da miedo, y en especial en República Dominicana!, enfatiza el ambientalista Jake Kheel. 
«Estamos frente a una condición crítica de salud de los arrecifes de corales-principal productor de arena blanca que bañan nuestras playas. Si no tuviéramos arrecifes de corales no pudiéramos vender el país como una isla tropical al turismo», advierte el biólogo marino Rubén Torres. 

Un estudio publicado recientemente por el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) y de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en el que participaron 90 investigadores, indica que más de la mitad de los corales del Caribe han desaparecido desde los años setenta, y los que quedan- una sexta parte de los arrecifes coralinos originales-pueden esfumarse en veinte años. 

La sobrepesca, la superpoblación, la contaminación de las zonas costeras, el calentamiento global, las especies invasoras y los brotes de enfermedades como la denominada «Banda blanca», son las principales razones de que los corales estén en peligro de extinción. 

«Sobre la Banda blanca, sabemos que hay dos tipos, uno del que no tenemos información y otro que es una bacteria que se encuentra en las aguas negras que producen los humanos y eso nos indica que esto también está contribuyendo a la destrucción», explicó Víctor Galván, coordinador de Investigación de la Fundación Ecológica Punta Cana.
En 2005, la Fundación Punta Cana comenzó a trabajar con la reproducción de la especie coral Cuerno de Ciervo- Acropora cervicornis, nombre científico-, antes de que fuera declarada en peligro de extinción. Ahora trabajan además, con la especie de coral Cuerno de Alce-Acropora Palmata-, ambas localizadas aguas del Caribe. 

La primera-Cuerno de Ciervo-, según explica Víctor Galván, es ideal para la reproducción de peces por la forma de sus ramas y la segunda ayuda a romper las olas y la energía que trae el movimiento del agua. 

La Jardinería de Corales, técnica que utiliza la Fundación, está basada en el proceso de restauración y reforestación de la tierra. 

«En 2013 hicimos un levantamiento de todos nuestros viveros, y sólo en el de aquí teníamos más de 1, 900 fragmentos. En lo que va de este año llevamos aproximadamente un kilómetro 200 metros de tejido que hemos sacado del vivero y hemos regresado al mar», explicó Galván. 

Es un programa que se ha vuelto popular en el Caribe y en República Dominicana, ya existen nueve viveros en diferentes puntos turísticos del país que se encuentran implementando este método. 

Con este trabajo la Fundación intenta además promover la certificación de buceo en la Jardinería de corales, de manera, que el turismo dominicano no consista sólo en sol y playa. 

«Los arrecifes tienen una función ambiental que sirve directamente al turismo, entonces, Punta Cana comenzó desde su inicio pensando en los arrecifes de corales, pero también como atractivo para el turista que viene a visitar el país», expresó Jake Kheel, director de la Fundación Punta Cana. 

El programa recibe aportes de organizaciones internacionales. 

Técnica de reproducción 
Los corales se pueden reproducir de manera sexual o asexual y esta última es la forma que usan para su reproducción. 
La técnica consiste en cortar fragmentos de las ramas de los corales con alicates y sujetarlos a una estructura de varilla que es colocada en mar abierto donde un grupo de biólogos de la institución se mantiene pendiente de que su crecimiento sea efectivo y esté libre de contaminación y depredadores. 

«Ellos crecen sumamente rápido. Estamos hablando de que en un período de nueve a doce meses podemos tener un coral de un tamaño considerable. Es uno de los corales que más rápido crece a nivel del mundo, para que tengan una idea, por cada centímetro que nosotros obtenemos, ellos pueden crecer entre tres y once centímetros», precisó Galván. 

«Nunca cortamos todo y lo llevamos, siempre dejamos un fragmento para que sigan creciendo», agregó. 

Otra labor que realizan es la eliminación de la Lombriz de fuego, una especie que amenaza a los corales y para la cual la Fundación Ecológica Punta Cana, diseñó la primera trampa que se conoce para controlarla. 

Consiste en un pedazo de PVC-tubo plástico-con un tapón detrás, al cual se deja la parte abierta delante para colocar una carnada de calamar. 

«La idea es conseguir que la lombriz entre al tubo para que allí quede atrapada. El tubo es colocado en el arrecife y así hemos sacado cientos de lombrices usando esta técnica sumamente barata y que se desconocía a nivel regional». 

Un beneficio para los pescadores 
Para hacer la Jardinería de Coral, la Fundación Punta Cana emplea pescadores de la zona con el objetivo de que puedan diversificar su forma de ingreso. De esta manera también contribuyen a la reducción de la sobrepesca. 

Los corales y sus aportes 
Existe confusión en torno a si los corales son plantas, animales o rocas, y lo cierto es que es un animal con las propiedades de los otros dos grupos. 
«En su tejido de animal, ellos tienen unas algas que le da hasta el 90 por ciento de la energía que ellos necesitan para sobrevivir. Para completar su energía ellos necesitan comer partículas orgánicas del agua y lo hacen a través de los tentáculos que ellos tienen», expuso Galván. 

De estos animales sale la roca caliza que se usa para la construcción y es lo que produce las playas de arenas blancas que tenemos en el país, permite la reproducción de los peces y la protección contra las tormentas, ya que crean rompe olas naturales. 

«Es algo que estamos viendo que está ocurriendo mucho en todas las zonas turísticas, viene una tormenta y desaparece dos o tres metros de playa, entonces, las olas están llegando a la orilla, las aguas contienen mareas súper altas y es algo que como país nos afecta y es otro elemento por el que debemos combatir la extinción de los corales», enfatizó Jake Kheel.

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