«Existe en EE.UU. un cártel médico que implica a las farmacéuticas y el Gobierno»
La industria farmacéutica en EE.UU. gasta millones en cabildeo, financia campañas de políticos, ‘compra’ a los médicos para que promocionen y receten ciertos fármacos y, con el propio dinero del contribuyente, subvenciona los preparados que luego servirán para deteriorar o incluso acabar con la salud de la población estadounidense.
El número de muertes anuales en EE.UU. por medicamentos de receta triplica al de todos los que mueren por culpa de la heroína, la cocaína y la anfetamina juntos.
«Tenemos algo en este país (EE.UU.) llamado cártel médico«, denuncia el periodista de investigación Jon Rappoport, añadiendo en concreto que se trata de «las compañías farmacéuticas, las facultades de medicina y las agencias gubernamentales como la FDA».
Este alarmante fenómeno social está en aumento debido al uso incorrecto de productos farmacéuticos. «Todos, los padres, los hermanos y hermanas, los abuelos… todos toman pastillas (…) En el estado de Florida mueren hasta 7 personas al día por abuso de estas sustancias», afirma Lisa McElhaney, sargento de la Oficina del Alguacil del Condado de Broward.
«Los traficantes de drogas, cuando operan con medicamentos de receta, se valen de los programas de cobertura sanitaria como Medicare o Medicaid. El primer paso lo dan los llamados ‘recaudadores’ (persona que pide a otros que hagan uso de su seguro con el fin de revender los medicamentos de receta obtenidos), que por lo general se dedican a recorrer los barrios desfavorecidos.
Estos a su vez llevarán los fármacos a alguien que generalmente está involucrado en el crimen organizado, y que los depositarán en sus propias farmacias«, cuenta Stephen Opferman, sargento de la Oficina del Alguacil del Condado de Los Ángeles.
«Llevamos más de cien casos al año. Confiscamos y destruimos anualmente entre 3 y 5 millones de dólares en fármacos. Según nuestros cálculos, al impedir muchos de estos negocios ilegales le hemos ahorrado al Gobierno en torno a 50 millones de dólares en reclamaciones a los programas de cobertura sanitaria», establece Opferman.
Alarmante sobrediagnóstico profesional
EE.UU. se ha inventado enfermedades para vender medicamentos
A este rápido incremento en el consumo de medicamentos de receta entre cada vez más gente, le sigue un aumento análogo de diagnósticos por parte de los médicos. Multitud de pacientes que han acarreado problemas de salud debido al consumo indiscriminado de fármacos critican que «el país se ha inventado enfermedades para vender medicamentos«, al resumir los posibles conflictos vitales de una persona con un diagnóstico.
«La gente se ha vuelto adicta a la idea de que los fármacos los van a ayudar», declara Barbara Starfield de la Universidad John Hopkins y autora del ‘Starfield report 200’. «La gente está abusando de estos productos que fueron creados para aliviar el dolor y que están creando todavía más dolor. Es irónico. Y se está volviendo endémico en nuestra cultura», afirma Mark Desaulnier, senador del estado de California.
¿Complot del Gobierno de EE.UU. con los complejos psicofarmacéuticos?
La estrecha relación entre el Gobierno estadounidense y las industrias farmacéuticas es más que evidente. «Hay una combinación de una industria que hace dinero y un Gobierno que diseña los incentivos y la economía de manera que hagan dinero de cualquier forma«, afirma Catherine Austin Fitts, presidenta de los servicios de asesoramiento de inversiones Solari.
Tienen más grupos de presión activos que miembros del Congreso
«Si nos fijamos en la cantidad de dinero que gastan en cabildeo, en el último ciclo, fueron unos 272 millones de dólares. Tienen más grupos de presión activos que miembros del Congreso. Hubo 64.000 millones de dólares de beneficios el año pasado, y eso en ingresos son alrededor de 254.000 millones de dólares para las primeras doce compañías farmacéuticas», denuncia Dennis Kicinich, congresista estadounidense del estado de Ohio.
En 2008, Barack Obama recibió más dinero del grupo de presión de las farmacéuticas que cualquier otro candidato. En relación a la lista de políticos de ambas cámaras del Congreso, según datos de Opensecrets.org, lo que más dinero procedente de la industria farmacéutica han recibido son:
– Barack Obama (demócrata – Illinois): 1.172.954 dólares
– Hillary Clinton (demócrata – Nueva York): 588.860 dólares.
– John McCain (republicano – Arizona): 530.813 dólares.
– Mitch McConnell (republicano – Kentucky): 302.092 dólares.
– Max Baucus (demócrata – Montana): 277.664 dólares.
Asimismo, «los tentáculos del complejo psicofarmacéutico», afirma el psiquiatra estadounidense Peter Breggin, también se extienden por el sistema educativo estadounidense. «La industria farmacéutica está patrocinando programas para entrar en nuestras escuelas, controlar a nuestros hijos y averiguar quién puede estar teniendo un problema para que puedan ser evaluados psiquiátricamente y enviados a clínicas donde, adivine lo que van a obtener: píldoras«, sentencia.
RT