BRUSELAS.- El ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, adelantó este lunes que España no superará la cuota de 4.288 demandantes de asilo que le propuso acoger la Comisión Europea (CE) del total de 40.000 eritreos y sirios llegados a Italia y Grecia desde el pasado 15 de abril.

Fernández Díaz rehusó concretar la cifra que va a ofrecer España por «respeto» a sus homólogos europeos, a los que aún debe informar esta tarde en el consejo de ministros europeos del Interior, pero a la pregunta de si esa cantidad será la misma que propuso Bruselas respondió: «Desde luego, no van a ser más».

El ministro explicó que España no ha comunicado su contribución hasta ahora, pese a que todos los demás Estados miembros sí lo han hecho, porque «está en radical desacuerdo» con la medida, pues cree que no es una buena solución al problema que se vive en el Mediterráneo y que generará un «efecto llamada».

«Voy a presentar cifras porque España es solidaria y responsable y no va a bloquear la posibilidad de que haya un acuerdo, aunque creemos que es un mal acuerdo», agregó.

El ministro explicó que hoy concretará una cifra de reubicados (demandantes de asilo que ya están en la UE) y una cifra de reasentados (refugiados que están en terceros países) que España está en condiciones de acoger.

Para hacer esa propuesta, Fernández Díaz aseguró que España ha adaptado su estructura y hará un esfuerzo financiero importante, que va a costar algo más de 70 millones de euros.

«Hay que tener en cuenta los esfuerzos que España, como frontera exterior que es de la UE en África, está haciendo», continuó.

Este esfuerzo debe ser «adecuadamente ponderado y valorado para que la cifra de personas a reubicar o reasentar que a nosotros se nos demanda tenga en cuenta esta realidad», dijo.

«En los últimos cinco años, España ha impedido que entren en Europa más de 100.000 inmigrantes irregulares», aseguró, al tiempo que insistió en que también se tenga en cuenta la tasa de desempleo y la cifra de inmigrantes que viven ahora y residen legalmente en España.

El ministro sostuvo, por otro lado, que si la UE no está viviendo en la fachada atlántica un éxodo y un drama humanitario como el del Mediterráneo «es porque España está haciendo sus deberes con responsabilidad y con solidaridad».

«Tenemos acuerdos firmados con Marruecos, Mauritania y Senegal», recordó el ministro, cuyo resultado ha sido «que no se ha producido ni una sola salida de un cayuco de las costas (africanas) hacia las islas Canarias y que tampoco se ha producido ningún drama humanitario en el Mediterráneo occidental».

Añadió que «Ceuta y Melilla están sometidas a una presión migratoria extraordinaria».

En este contexto, afirmó que le parece bueno que haya una agenda europea de inmigración, pero también «un programa de retorno debidamente financiado» y que se atienda a las causas del fenómeno.

«Con los inmigrantes por razones económicas, que deben ser distinguidos de los anteriores (demandantes de asilo), lo que hay que hacer es una especie de plan Marshall para Europa, cooperar con los países de origen y tránsito y luchar contra las mafias que trafican contra esas personas», añadió.

Asimismo señaló que, solo este año, se estima que más de 17.000 personas van a ser demandantes de asilo en España, y más de la mitad serán de nacionalidad siria.

EFE

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