El papa Francisco pidió a los jóvenes católicos que “pongan a Cristo en sus vidas” y les puso en guardia ante la tentación de ponerse en el centro, de creer que solos construyen sus vidas y que el tener, el dinero y el poder es lo que da la felicidad.

“Pero no es así. El tener, el dinero, el poder pueden ofrecer un momento de embriaguez, la ilusión de ser felices, pero, al final, nos dominan y nos llevan a querer tener cada vez más, a no estar nunca satisfechos. ¡”Pon a Cristo” en tu vida, pon tu confianza en él y no quedarás defraudado!”, dijo Francisco ante cientos de miles de jóvenes de 190 países que le dieron hoy la bienvenida oficial a la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud.

Francisco exhortó a los jóvenes a tener fe y a poner a Cristo en sus vidas, asegurando que no quedaran defraudados.

Aseguró que la fe lleva a cabo en la vida de los hombres una revolución “copernicana, porque nos quita del centro y pone en él a Dios”. La fe, dijo, es revolucionaria.

“La fe nos inunda de su amor que nos da seguridad, fuerza, esperanza. Aparentemente no cambia nada, pero, en lo más profundo de nosotros mismos, todo cambia. En nuestro corazón habita la paz, la dulzura, la ternura, el entusiasmo, la serenidad y la alegría, que son frutos del Espíritu Santo y nuestra existencia se transforma, nuestro modo de pensar y de obrar se renueva, se convierte en el modo de pensar y de obrar de Jesús, de Dios”, precisó.

El Obispo de Roma también les exhortó a no tener miedo a pedir perdón a Dios. “El no se cansa nunca de perdonarnos, como un padre que nos ama. ¡Dios es pura misericordia!”.

“Jesús nos espera, Él cuenta con nosotros”, concluyó.

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