Vea el Biomuseo de Panamá, el primer museo de ciencias naturales construido en el siglo XXI y el primer edificio de la región diseñado por el arquitecto canadiense.
Después de años de atrasos, se inauguró el Biomuseo en Panamá, el primer edificio en América Latina diseñado por el innovador arquitecto Frank Gehry. Está ubicado a la entrada del Canal de Panamá en el océano Pacífico.
El propósito del Biomuseo es contar la historia del surgimiento hace tres millones de años del istmo de Panamá, que unió dos continentes para formar América, separando así un gran océano en dos -el Atlántico y el Pacífico- y cambiando desde entonces la biodiversidad del planeta.
El Biomuseo, de 4.000 metros cuadrados, contiene ocho galerías de exhibición permanente diseñadas por Bruce Mau Design. Una de ellas es Panamarama, en donde se muestran las maravillas naturales del país. Las otras son la Galería de la biodiversidad, el puente surge, el gran intercambio, la huella humana, Océanos divididos, la red viviente y Panamá es el museo.
Antes de la construcción del Biomuseo, existían pocos museos de la Biodiversidad en el mundo: el de Ibi, en Alicante, el Centro de la Biodiversidad de Euskadi, ambos en España, y uno en Antofagasta, Chile, además de uno rodante en México y uno virtual en Misiones, Argentina.
El Biomuseo de Panamá se caracteriza por el peculiar diseño y colorido de Gehry, un arquitecto conocido por obras como el Museo Guggenheim, en Bilbao, la Sala de Conciertos Walt Disney en Los Ángeles, EE.UU. o la Casa Danzante, en Praga, República Checa.
El Biomuseo se encuentra en un lugar desde el cual contrasta con la parte moderna de Ciudad de Panamá, el Casco Antiguo, el Cerro Ancón y el Puente de las Américas. Cabe destacar que la esposa de Frank Gehry es panameña, un detalle que estimuló al arquitecto a trabajar en este país.
Junto a los espacios principales, el Biomuseo cuenta con un atrio público, un espacio para exhibiciones temporales y exhibiciones exteriores múltiples localizadas en un parque botánico, que fue diseñado por la paisajista estadounidense Edwina von Gal, presidenta del Proyecto de la Tierra Azuero, en Panamá, cuyos objetivos son preservar los ecosistemas del planeta, proteger la biodiversidad y promover comunidades saludables ayudando a la gente a informarse antes de tomar decisiones, realizar acciones sustentables y compartir conocimientos.
Dentro de los predios del Biomuseo se encuentra el Parque de la Biodiversidad, en donde se puede experimentar la sensación de sombra y cobijo, observar la naturaleza, aprender y celebrar.
En el Parque de la Biodiversidad, una selección de plantas endémicas y nativas continúa contando las historias comenzadas en la exhibición central, y en el cual cada planta es escogida por su belleza natural, su adecuación al lugar y la leyenda que trae consigo.
En la galería El gran intercambio se cuenta la historia de las especies animales que existían al norte y al sur de América y que entraron en contacto con el surgimiento del istmo: una estampida de esculturas de animales de todos los tamaños, épocas y formas.
El evento Los Humedales es una exhibición en la galería El puente surge, que proyecta a Panamá como un milagro que surgió del mar. Las fuerzas que formaron el istmo se presentan con tres esculturas tectónicas de 14 metros de alto, en donde los visitantes entran en contacto táctil y físico con el mundo geológico.
Entre las exhibiciones temporales programadas en el Biomuseo se incluyen “Gehry en Panamá” y “Tiburones gigantes y camellos diminutos”, basada en los antiguos ambientes ricos en fósiles que revelan el pasado del istmo.
En noviembre de 2014 se proyectará “Biophilia live”, una película de Nick Fenton y Peter Strickland sobre el lado más humano del proyecto multidisciplinario y multimedia de la cantante islandesa Björk, grabado en vivo en el Alexandra Palace de Londres, en 2013, en un concierto en el que se emplea una amplia variedad de instrumentos musicales: algunos digitales, otros tradicionales y algunos inclasificables.
El Biomuseo se encuentra en la entrada del Pacífico del Canal de Panamá, en la Calzada de Amador. Es un proyecto impulsado por la Fundación Amador, con el respaldo del gobierno panameño y el apoyo científico del Instituto Smithsonian, de Washington D.C., y de la Universidad de Panamá.