WASHINGTON.- Estados Unidos entregó al Gobierno de Ucrania equipo militar no letal, valorado en más de 260 millones de dólares y en algunas ocasiones obsoleto, para luchar contra los separatistas prorrusos en el conflicto que azota al país desde hace casi dos años, según publicó hoy el diario The Washington Post.

El diario, que cita a funcionarios no identificados, asegura que algunos de los equipos que EEUU ha suministrado a las autoridades de Kiev «son poco más de basura» y pone de ejemplo los «humvees», vehículos militares multipropósito con tracción en las cuatro ruedas que se encuentran en la región de Donetsk, fronteriza con Rusia.

Los «humvees» que las fuerzas ucranianas utilizan en esta zona, controlada por los separatistas prorrusos, tienen puertas y ventanas de plástico y datan de finales de la década de 1980 y principios de 1990, según los números de serie de los vehículos que menciona el diario de la capital de EEUU.

El rotativo se hace eco de las protestas de una unidad de combate de 120 hombres, que asegura haber recibido del Pentágono un tipo de chalecos antibalas que las tropas estadounidenses dejaron de usar a mediados de la década pasada.

El envío de los «humvees» es posible gracias a una ley aprobada por el Congreso de EEUU, firmada en diciembre de 2014 por el presidente, Barack Obama, y que permite proporcionar armas y asistencia no militar a países extranjeros, como Ucrania, de forma especialmente rápida.

De esta forma, durante meses, el Pentágono ha enviado a Ucrania millones de dólares en equipos de visión nocturna, cascos, equipos de radio y de primeros auxilios, mientras que otras agencias estadounidenses han contribuido con ayuda humanitaria.

Además, el pasado abril, EEUU concedió a Ucrania una línea de garantías de préstamo por valor de 1.000 millones de dólares, con el objetivo de respaldar la economía ucraniana frente al conflicto en el este del país, donde tiene lugar la última fase del repliegue del armamento ligero de la línea de frente.

El Gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos se han acusado de violar continuamente el alto el fuego e incumplir sus compromisos de retirar el armamento ligero del frente, donde debe crearse una zona desmilitarizada de 30 kilómetros de ancho.

Ambos bandos han acordado proseguir el cumplimiento de los acuerdos de paz en 2016 por recomendación de los países mediadores -Rusia, Francia y Alemania-, pese a que Poroshenko se oponía terminantemente a prolongar su aplicación.

Según los últimos datos de septiembre de este año de la ONU, más de 8.000 personas han muerto en los casi dos años que dura el conflicto en el este de Ucrania.

EFE

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