EE.UU. renovará sus barcos escampavías para combatir narcotráfico en P.Rico
EFE
San Juan
La Guardia Costera de EE.UU. dará un impulso al llamado Escudo Costero de Puerto Rico, con la sustitución de su flota con ocho barcos escampavías de nueva generación y una inversión estimada de 400 millones dólares, para fortalecer el combate del narcotráfico en la isla, informó hoy una fuente oficial.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, así lo anunció después de reunirse con altos cargos militares y civiles de EE.UU. vinculados a la lucha contra el narcotráfico, entre ellos el comandante de la Guardia Costera para EE.UU., el almirante Paul Zukunft.
El Escudo Costero es un dispositivo para vigilar las costas y puertos marítimos de Puerto Rico y luchar contra el narcotráfico, que utiliza a la isla como puente para alcanzar el territorio continental de EE.UU.
Las nuevas escampavías, cuyo costo sobrepasa los 40 millones de dólares cada una, son mucho más veloces y de mayor tamaño que las que se han estado utilizando durante las últimas tres décadas.
Según el Gobierno de Puerto Rico, estarán equipadas «con la más moderna tecnología», incluyendo equipos de comunicación con la Policía local.
El primero de los ocho barcos llegará el próximo verano y los restantes se entregaran uno cada tres meses.
Para acomodar esta nueva flota, la Guardia Costera está invirtiendo cerca de 30 millones de dólares en la construcción de un nuevo muelle y un edificio de apoyo logístico.
«Nuestro compromiso en esta lucha quedó evidenciado desde el inicio mismo de mi Gobierno. Recordarán que la primera orden ejecutiva que firmé, al día siguiente de jurar el cargo de gobernador, activó la Guardia Nacional de Puerto Rico para trabajar junto a la Policía y la Guardia Costera en la vigilancia de nuestras costas», dijo García Padilla.
Añadió en un comunicado que su Gobierno llevaba tiempo reclamando que se asignaran más recursos al combate de la entrada de drogas ilegales a la isla, ya que, después de la frontera con México, Puerto Rico es el principal puente de entrada del narcotráfico a EE.UU.
Se estima que cerca del 80 % de las drogas ilegales que entran a Puerto Rico termina siendo vendida y consumida en EE.UU.