GUATEMALA,
La policía detuvo el viernes a la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, a quien la fiscalía acusa de estar vinculada a una red de defraudación fiscal mientras que la fiscalía informó que solicitó el retiro de la inmunidad al presidente Otto Pérez Molina para que pueda ser investigado por presunta participación en el mismo caso.

Por la tarde al juez Miguel Ángel Galvez, quien ordenó la aprehensión, visitó a Baldetti en el hospital y le hizo saber los cargos en su contra. El juez ordenó un examen médico forense para establecer su salud.

La fiscal general Thelma Aldana dijo el viernes que hay evidencia para «creer la participación de Baldetti en la estructura» de la red denominada «La Línea», integrada por particulares y funcionarios estatales para evadir impuestos.

Aldana también informó en conferencia de prensa que la documentación incautada en allanamientos «lleva a considerar como altamente probable que el señor presidente de la república haya participado en la misma», dijo.

Pérez Molina, dijo que no conocía del antejuicio solicitado pero que «vamos a conocerlo y ver de qué se trata… Estamos dando la cara vamos a seguir dando la cara, vamos a conocer cuáles son las situaciones y en su momento pues tendremos que pronunciarnos», comentó en una actividad pública en el departamento de Zacapa a 150 kilómetros al este de la capital guatemalteca. Sobre la detención de Baldetti, el mandatario afirmó que «habrá que responder ante los tribunales».

Iván Velásquez, titular de la comisión internacional contra la impunidad en Guatemala, que acompaña a la fiscalía en sus investigaciones, dijo que «esta ha sido una investigación muy compleja que todavía requiere mucho análisis y seguimos obteniendo evidencias».

Los delitos de que se acusan a Baldetti son asociación ilícita, defraudación aduanera y cohecho pasivo. La fiscalía informó que la ex vicepresidenta se encuentra recluida en un hospital privado por padecer de afecciones estomacales.

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses, dijo que Baldetti se encontraba bien de salud y podía enfrentar la justicia. A petición de los abogados de Baldetti, el juez ordenó que fuera trasladada a un centro de detención militar.

Se espera que en el transcurso del día se determine si Baldetti puede ser trasladada a los tribunales de justicia para brindar su primera declaración o si permanecerá en el hospital con vigilancia policial.

Al hacer la presentación de la estructura desbaratada las autoridades situaron a Pérez Molina y Baldetti, como cabecillas der la red.

Baldetti renunció el 8 de mayo, luego que la fiscalía y la Comisión desarticularon una red de particulares y funcionarios del estado que recibían sobornos de empresarios para evadir impuestos.

Según Velásquez, se han obtenido evidencias de que en una semana Pérez Molina y Baldetti habrían recibido al menos dos millones de quetzales en sobornos, unos 262.000 dólares.

En uno de los allanamientos hechos por las autoridades se encontró una cotización a nombre del presidente Pérez Molina que buscaba blindar su vehículo Jaguar XF por 23.000 dólares. Según las autoridades, «La Línea» era una estructura también liderada supuestamente por Juan Carlos Monzón Rojas, el prófugo ex secretario privado de Baldetti.

La Comisión, un ente de Naciones Unidas para desarticular cuerpos clandestinos y aparatos de seguridad incrustados en el estado, ha presentado hasta el momento 88.000 escuchas telefónicas en las que varios miembros de la red mencionaba a una mujer como «la 2», «la señora», y que según las autoridades se trata de Baldetti.

La ex vicepresidenta ha negado tener relación con estos hechos. Hasta el momento las autoridades no han establecido la cantidad exacta del fraude, pero estiman que son varios millones de dólares.

Las autoridades han dicho que en el caso hay 100 personas investigadas incluidas al menos la mitad en prisión.

Por la tarde cientos de personas salieron frente al Palacio Nacional a celebrar la captura y exigieron la renuncia de Pérez Molina. Frente al centro médico decenas de manifestantes esperaron horas para ver salir de la clínica a Baldetti, portando carteles y quemaban cohetillos celebrando la detención de la ex vicepresidenta, mientras los pilotos hacían sonar las bocinas de sus vehículos.

EFE

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