Santo Domingo, RD.-
La delincuencia que afecta al país desde los últimos meses no se limita a los robos de celulares o arrebatos de carteras a los ciudadanos. Los actos delictivos se han permeado a los colmados y centros detallistas en los barrios de la capital, cambiando la dinámica bajo las que operan.

El presidente de la Federación de Comerciantes Unión Económica, Julio César López, consideró “sin lugar a exageración”, que los gastos en seguridad y extracción de mercancías, reducen los ingresos de los comerciantes entre 27 y 35 por ciento.

“Los negocios y colmados tienen que cerrar más temprano y abrir más tarde, contratar seguridad, instalar cámaras, poner barrotes de hierro, le roban los motores y sustraen los galones de agua de los anaqueles, todos esos gastos extras se traducen en dinero que los comerciantes dejan de percibir”, expresó.

Las pérdidas
Las pérdidas monetarias por causa de la delincuencia no son directamente por la sustracción de efectivo o productos. Protegerse de los delincuentes se ha convertido en un gasto extra para los comerciantes.

El presidente del Consejo Nacional de Comerciantes y Empresarios (Conacerd), Antonio Cruz, explicó que esa institución realizó un levantamiento en Los Alcarrizos, Pedro Brand, La Guayiga y La Cuaba donde pudieron determinar que las pérdidas por la delincuencia alcanzan hasta un millón trescientos mil pesos.

Cruz indicó que el Conacerd realizó contacto con esas comunidades donde evaluaron unos 300 negocios y salió a relucir que éstos tienen que cerrar hasta tres horas antes de lo acostumbrado para evitar ser víctimas de la delincuencia.

“Un 40% de esos negocios han tenido que colocar hierros, por un costo aproximado de 15 mil pesos; tiene que pagar a un seguridad por 15 horas al día que le cuestan 800 pesos la hora, los galones de agua se los roban de los anaqueles o se los pinchan de noche si no pueden penetrar. Esta situación la evidenciamos sólo en esas cuatro comunidades pero es un mal generalizado”, expresó Cruz.

Cambios en la rutina
El presidente de la Federación de Comerciantes Unión Económica, Julio César López, indicó que la ola de delincuencia que se extiende por todos los barrios del país, han provocado que las madres dejen de enviar a sus hijos al colmado y que después de las seis de la tarde las personas no van a los colmados a comprar los productos de la cena, causando pérdidas al comercio.

Además, dijo López, otro cambio que se percibe en la dinámica de los colmados en los barrios, es que las personas se dirigen cada vez menos a sentarse en los colmados a compartir y comprar bebidas alcohólicas. Agregó que la situación actual es muy desesperante ya que a pesar de que el nuevo jefe de la Policía Nacional, Nelson Peguero, ha aumentado el patrullaje en los barrios, aún así continúan los atracos.

“El problema de la delincuencia no es culpa de la policía, ellos realizan un buen trabajo patrullando, el problema radica en que existe una aguda crisis económica, no hay dinero y esto provoca que se tiren a la calle a buscarlo”, precisó López.

MUERTES A MANOS DE LOS DELINCUENTES
Ambos dirigentes de asociaciones comerciales coincidieron que la peor parte de esta ola de delincuencia es cuando ocurren víctimas fatales. “Nos están matando a los comerciantes y dueños de negocios detallistas”, expresaron. Una de las víctimas más recientes fue el comerciante Juan Melo, de 38 años, asesinado a balazos por cuatro hombres en un intento de asalto al establecimiento donde laboraba, en la calle Santiago del sector Gazcue, donde también resultó herido un delivery del negocio.

ListinDiario.com

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