El ministro británico de Exteriores, William Hague, y la actriz estadounidense Angelina Jolie pidieron a los Gobiernos del mundo pasar «de la condena a la acción» para erradicar la violación de mujeres como arma de guerra.

El funcionario y la enviada especial de la ONU para los refugiados inauguraron la sesión plenaria de la Cumbre Global contra la Violencia Sexual en Conflictos, que se celebra en Londres hasta este viernes con el objetivo de poner fin a esa lacra.

Jolie, que hoy acudió acompañada de su pareja, el actor Brad Pitt, dijo en su discurso ante delegados de más de 120 países que es el momento de «pasar de la condena a la acción», con la promulgación de leyes para acabar con la impunidad de los perpetradores y para ayudar a las víctimas.

Hague, coanfitrión del evento, subrayó que, más allá del compromiso adquirido para afrontar el problema, «ha llegado la hora de tomar medidas prácticas» pues la violencia sexual, además de ser un trauma para las víctimas e incluso los autores, «alienta un ciclo de conflicto y más abusos que es enormemente destructivo».

El ministro británico dio tres razones para actuar contra este crimen de guerra: porque «es una cuestión de humanidad», porque afecta a la paz y seguridad internacionales al causar divisiones internas difíciles de reparar y porque, si no se aborda el asunto ahora, «la situación empeorará».

«Al socavarse la reconciliación y destruirse comunidades», se alimenta el ciclo de conflicto, con consecuencias muy graves y que van más allá de los países afectados, entre ellos Siria, el Congo o Colombia.

«Debemos trabajar juntos para romper la cultura de impunidad sobre la violencia sexual», declaró el ministro, que llamó a impulsar las leyes adecuadas y a lanzar el mensaje de que las violaciones en tiempos de guerra «no son delitos menores», sino «una atrocidad de primer orden».

Tanto él como Jolie, que iba vestida totalmente de negro al igual que Pitt, recomendaron además formar a las Fuerzas Armadas para evitar la comisión de esos crímenes, apoyar a las entidades de ayuda a las víctimas y aplicar el nuevo protocolo presentado ayer en la reunión, durante las jornadas previas de debate.

Este protocolo, que se espera que mañana suscriban los países asistentes, ofrece herramientas para documentar la violencia sexual durante los conflictos y para legislar y atender las necesidades de las víctimas.

En su intervención, Jolie dijo que las violaciones como arma de guerra «son un delito evitable» y pidió unidad internacional para combatirlo.

«Estamos aquí por la niña de nueve años en Uganda, secuestrada y forzada a la esclavitud sexual. Por el hombre de Bosnia que, años después de una violación, aún está estigmatizado, incapaz de ganar suficiente dinero para comprar pan para su familia», rememoró la actriz.

«Estamos aquí por todos los supervivientes olvidados y escondidos a quienes se ha hecho sentir vergüenza o que han sido abandonados», prosiguió.

«Y por los hijos de violaciones -remarcó-, queremos que el mundo entero oiga sus historias y entienda que esta injusticia no puede ser tolerada, y que la pena y la compasión no son suficientes».

La llegada de Angelina Jolie al recinto ferial ExCel del este de Londres causó hoy más revuelo del habitual al estar acompañada de Pitt, que posó junto a ella y Hague y luego escuchó a su compañera desde la audiencia.

Además de celebrarse hoy la principal sesión plenaria de la reunión, con presencia de ministros, Hague se reunirá en un aparte con delegados del Gobierno de Nigeria y sus vecinos para abordar la amenaza a la seguridad que plantea el grupo radical islámico Boko Haram, autor del reciente secuestro de más de 200 escolares cristianas, otro ejemplo de violencia contra las mujeres.

La Cumbre Global sobre Violencia Sexual en Zonas de Conflicto, inaugurada el pasado martes, concluye mañana, cuando está previsto que intervengan el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y, mediante videoconferencia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

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