Washington,
El debate sobre el derecho a la ciudadanía por nacimiento ha entrado en la campaña electoral de 2016 en Estados Unidos de la mano del magnate y precandidato republicano Donald Trump, quien ha vuelto marcar la agenda con su plan de inmigración.

La dura propuesta migratoria que Trump presentó el domingo recibió ayer el aval de otro de los favoritos de su partido, el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, y el rechazo del gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, peor situado en las encuestas.

El plan del magnate, que ha hecho de la inmigración el tema central de su campaña, contempla la deportación de los más de once millones de indocumentados que se calcula que viven en Estados Unidos, así como acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento, estipulado en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución.

“Es similar a lo que yo puse sobre la mesa hace cuatro o cinco meses. No he mirado al detalle su plan, pero las cosas que he oído son muy similares a las que yo comenté a Chris Wallace (periodista de la cadena Fox) a principios de año”, dijo Walker ayer en una entrevista del canal televisivo conservador.

El beligerante discurso contra la inmigración con el que Trump se ha adueñado de la campaña desde el anuncio de su candidatura, el 16 de junio, ha forzado a sus 16 contrincantes en las primarias republicanas a endurecer su postura respecto a un tema clave para los latinos, electorado decisivo en las presidenciales y tradicionalmente favorable al Partido Demócrata.

EFE

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