República Dominicana y Haití dejan atrás las diferencias y acuerdan comercio para beneficio mutuo
Juan Dolio (R Dominicana) (EFE).- República Dominicana y Haití acordaron este jueves, 10 de julio, en una nueva ronda de diálogo, facilitar mutuamente las importaciones de bienes y servicios “sin medidas discriminatorias”, tras algunos conflictos generados al respecto, y consideraron que han dejado atrás las “inercias del pasado”.
Así consta en la Declaración conjunta realizada por ambos países tras concluir la tercera ronda del diálogo de alto nivel que mantienen ambos países en busca de acuerdos en temas de interés común.
En este sentido, el ministro dominicano de la Presidencia, Gustavo Montalvo, destacó, durante su participación en la reunión, la importancia de que el país vecino se comprometa a eliminar “de inmediato” las prohibiciones que mantiene a algunos productos dominicanos.
Haití es el segundo socio comercial de la República Dominicana.
La reunión se llevó a cabo entre delegaciones de ministros de ambos países encabezadas por el primer ministro haitiano, Laurent Lamothe, y por Montalvo, en un hotel de la localidad turística dominicana de Juan Dolio, en el oriente del país.
La cita de había sido aplazada en diversas ocasiones.
Durante su lectura de la declaración conjunta, el ministro dominicano indicó que durante “demasiado tiempo” la agenda conjunta “fue lamentablemente pospuesta”.
“Hoy, las dos partes, se felicitan por su valiente decisión de dejar atrás las inercias del pasado para enfrentar juntos los desafíos. Las dos partes miramos al futuro con optimismo. Hemos tomado decisiones importantes para asegurar un porvenir promisorio”, agregó.
Estos “intereses de las grandes mayorías” de las dos naciones y sus aspiraciones comunes, agregó Montalvo, guiaron los trabajos para llegar a estos acuerdos.
Ambas delegaciones también decidieron reafirmar que el intercambio comercial de bienes y servicios por vía terrestre se efectúe a través de las cuatro Oficinas de Aduanas establecidas oficialmente: Ouanaminthe-Dajabón; Belladère-Comendador; Malpassé Jimaní y Anse-à-Pitres-Pedernales.
También se estableció instituir mecanismos de seguimiento que permitan evitar los obstáculos a los intercambios comerciales que no sean conformes con las normas internacionales de la materia.
Asimismo crear vías que garanticen el intercambio de información para promover el conocimiento de los regímenes nacionales de comercio.
Acordaron, por otro lado, establecer un medio de notificación “oportuno” para comunicar cualquier medida, norma o disposición relativa al comercio.
Haití anunció también la reducción de los costos de emisión de pasaporte, que no superará los mil pesos (unos 23 dólares) para la población haitiana en situación ilegal para así facilitar que se sumen al Plan de Regularización de extranjeros dominicano.
La legación diplomática haitiana en Santo Domingo había anunciado en junio que implantaría un Programa de Identificación y Documentación de inmigrantes haitianos para dotar de documentos de identidad como cédula, acta de nacimiento y pasaporte a miles de haitianos residentes en el país, por 2.500 pesos por persona (unos 57 dólares).
La información del cobro por los documentos generó criticas tanto de ciudadanos haitianos que residen en el país, así como de algunos sectores del Gobierno dominicano, quienes advirtieron de que dicha decisión podría frenar el proceso de regularización.
En este sentido, durante su intervención hoy en la reunión Lamothe dijo que el Ejecutivo de Michel Martelly “ayudará” a los “compatriotas que contribuyen al desarrollo de la República Dominicana con la dotación de la documentación necesaria” para el plan.
“Reafirmamos nuestro compromiso de trabajar con la sociedad civil de Haití para el éxito de este gran proyecto de justicia social”, añadió.
Por otra parte, el primer ministro haitiano se comprometió a consolidar el diálogo bilateral que mantiene con la República Dominicana y que calificó de “difícil” pero “necesario”.
Las partes, además, coincidieron en la necesidad de concretar un tratado de extradición que permita la persecución de los nacionales fugitivos que se refugien en el territorio de uno u otro país y que puedan ser sometidos a la justicia. EFE