Por qué Venezuela reclama dos tercios del territorio de Guyana
Una campaña para la «defensa de la patria» ha vuelto a dominar los discursos, la publicidad y la prensa del gobierno venezolano en las últimas semanas.
Y siglos de iniciado.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, llamó a consultas a su embajadora y mandó a revisar las relaciones con la excolonia británica, con la que además suspendió el intercambio de petróleo por arroz, lo que representa un duro golpe para la economía de un país de 800.000 habitantes, según el censo de 2014.
El viernes pasado, la polémica llegó a la cumbre semestral del Mercosur en Brasil, donde Maduro y su homólogo guyanés, David Granger, se acusaron mutuamente de gestar una «provocación».
Les explicamos, en cuatro preguntas, de qué se trata la disputa.
1. ¿Qué encendió la chispa?
En mayo, la petrolera estadounidense Exxon Mobil anunció el descubrimiento de un yacimiento de petróleo en el océano Atlántico, justo en una zona que entra en el histórico diferendo territorial.
Las exploraciones previas se hicieron con el aval de Georgetown.
Eso provocó la protesta de Maduro, que emitió un decreto con las coordenadas que, según Caracas, marcan las frontera del país.
El mandatario luego pidió a la ONU que active el mecanismo de buenos oficios, un estilo de arreglo pacífico de controversias, para mediar en la disputa territorial.
Pero Guayana lo rechazó, con el argumento de que dicha figura no sirve y pidió que el diferendo se resuelva en una corte internacional.
Sin embargo, esa idea «no le llama la atención al gobierno venezolano por haber perdido varias veces en dichos escenarios, que no son imparciales», le dijo a BBC Mundo el coronel retirado Pompeyo Torrealba, director del Movimiento Nacional al Rescate del Esequibano y el Esequibo y asesor del gobierno en esta querella.
2. ¿Cuál es la disputa?
La zona en disputa, que comprende áreas marítimas y territoriales, es rica en reservas naturales y tiene una posición estratégica.
Para Guyana, que hoy ejerce soberanía en la zona, el Esequibo significa dos tercios de su ya pequeño territorio.
La zona fue controlada por los imperios Español, Holandés y Británico, que en 1897 se comprometió con Venezuela, que reclamaba el territorio, de resolver la disputa en tribunales internacionales.
Así se produjo el Laudo Arbitral de París de 1899, que falló a favor de Reino Unido.
En los años 50 surgieron algunas evidencias que hablaban de complicidad entre los delegados británicos y el juez ruso de aquel tribunal, cuyo voto fue decisivo para el fallo en contra de Venezuela.
Tras las revelaciones, en 1962 Venezuela denunció el laudo como «nulo e íirito» y reactivo el reclamo del territorio ante la ONU,
Así se originó el Acuerdo de Ginebra en 1966, según el cual la zona es controlada por Guyana pero su soberanía es reclamada por Venezuela.
El acuerdo, que era de carácter transitorio, estableció un plazo de 4 años para solucionar el diferendo.
Pero sus pautas siguen vigentes.
3. ¿Qué ha pasado desde 1966?
Cuando se venció el acuerdo, se firmó el protocolo de Puerto España, que congeló las negociaciones por 12 años.
Mientras tanto, Londres le dio la independencia a Guyana.
Para algunos, Venezuela pasó de ser el pequeño país sudamericano que luchaba contra el imperio británico a verse como la potencia petrolera que acorralaba a un país de menos de un millón de habitantes.
Entre el 82 y el 99 ambos países intentaron resolver el diferendo a través del mencionado mecanismo de buenos oficios de la ONU, que nunca arrojó resultados concretos.
Durante el gobierno de Hugo Chávez el diferendo se archivó, en parte debido a las buenas relaciones entre el fallecido presidente venezolano y Georgetown.
Como una forma de aumentar su influencia entre los países de la Comunidad del Caribe (Caricom), con los que firmó benevolentes tratados de intercambio comercial bajo la figura de Petrocaribe, Chávez cambió la política hacia Guyana.
«La política de Chávez hacia Guayana fue flexible», dice Torrealba.
Incluso, en una visita en 2004 a Georgetown, el mandatario dijo: «El Gobierno venezolano no va a oponerse a ningún proyecto en la región que vaya en beneficio de sus habitantes (…) proyectos de agua, vías de comunicación, energía, proyectos agrícolas».
Durante la última década Guyana ha podido explotar la zona en consorcio con trasnacionales no solo estadounidenses, sino también chinas.
4. ¿Por qué Caracas cambia de política?
En contraste con la «política flexible» de los años anteriores, la actual vehemencia del gobierno venezolano marca un cambio de línea.
Varias voces opositoras en Venezuela denominaron la reactivación del diferendo, que según éstas había sido «abandonado» por el gobierno chavista, como una estrategia para incentivar el nacionalismo en vísperas de la campaña para las parlamentarias de diciembre.
«Lo han reavivado con carácter puramente electoral«, le dice a BBC Mundo Freddy Álvarez, expresidente del Colegio de Internacionalistas y profesor de relaciones internacionales de la Universidad Central de Venezuela.
«Se sabe que una negociación como esta no es nada fácil, porque ninguno va a ceder. El juego está trancado. El gobierno sabe que los oficiantes no han servido y dudo que vayan a ir a la (corte) de La Haya, donde sí toman decisiones y donde podemos perder», señala.
Torrealba dice que Guyana –que desde mayo tiene un gobierno de tendencia diferente al anterior– inició la polémica al haber introducido en la ONU una solicitud para ampliar su plataforma continental de 200 a 350 millas.
Asimismo, afirma que EE.UU. y Exxon Mobil tiene un plan para obtener el control del petróleo venezolano.
«Los culpables de reactivar esto son los gringos al haber metido otro barco e instalarse como si fuera su territorio. Ellos quieren acorralar al presidente (Maduro), como parte del nefasto decreto de Obama», dice en referencia a las sanciones contra funcionarios venezolanos firmadas por el presidente estadounidense en diciembre.
Y concluye, haciendo eco al temor del gobierno de que trasnacionales se tomen las bocas del Río Orinoco, zona clave para la navegación comercial venezolana: «Usan a un país pequeño como Guyana para tomarse las reservas más grandes del mundo (en Venezuela)».