Por qué está des acelerando el crecimiento economico en América Latina
Los vientos favorables internacionales que sostuvieron el crecimiento de América Latina a comienzos de este siglo están cambiando de dirección.
El informe del Banco Mundial (BM), dado a conocer este miércoles, señala dos factores globales que explican el cambio de tendencia.
El efecto de la confluencia de ambas variables, que se notó ya en 2013, se acentuará este año. El año pasado la economía regional creció un 2,4% (la mitad en comparación con los años de boom que vivió entre 2002 y 2012) y este año el Banco Mundial proyecta un crecimiento del 2,3%.
Este cálculo -provisorio- esconde un panorama diverso que se mueve entre el crecimiento menor al 1% de Venezuela y el 7% de Panamá. (Ver recuadro)
Pero el Banco Mundial advierte que todo dependerá de la intensidad que adopten los vientos que hoy soplan y reconoce que hay razones para un «moderado optimismo» en la capacidad de resistirlos que tiene la región.
«La profundidad de estos shocks externos es incierta y su impacto dependerá del grado de exposición y la capacidad de absorción de cada país. Desafortunadamente hay un alto riesgo a la baja del cálculo que hacemos en este momento», señala el informe.
Saquen el dinero
Un crecimiento disparejo
- El Banco Mundial coloca a Panamá en el puesto más alto de crecimiento para este año (7%) y divide a la región entre los «top performers» como Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Guyana, Paraguay y Chile, todos con una proyección de crecimiento por encima del 3,5% y el resto.
- Las naciones caribeñas crecerán menos de la media regional con la excepción de Guyana y Surinam y de una economía más grande y diversificada como República Dominicana.
- El Banco Mundial señala que no puede dar un cálculo preciso sobre Argentina por la falta de información detallada sobre el PIB de 2013.
- Con Venezuela calcula que el país se encuentra en un proceso de «estanflación» (estancamiento más inflación).
- Respecto a los dos grandes regionales -Brasil y México- señala que Brasil «está aparentemente atrapado en un equilibrio de bajo crecimiento-baja tasa de ahorro-baja tasa de inversión» mientras que con México, a «pesar del decepcionante desempeño de 2013», hay mayor optimismo entre los «inversores» por las reformas que está adoptando «en el sistema bancario, educación, telecomunicación y energía».
Un factor de crecimiento económico regional desde 2002 fue la política de bajo interés de la Reserva Federal estadounidense a la que se añadió a fines de 2008 el «Quantitative Easing» o Flexibilización Cuantitativa, una emisión masiva de dinero a los bancos.
Eso contribuyó a inundar de dólares algunos países de América Latina, donde el capital podía obtener mejores tasas que las que ofrecía la misma Reserva Federal o las entidades financieras de los países desarrollados.
Apenas se mencionó a mediados del año pasado la posibilidad de un cambio de política, hubo turbulencias en las monedas de América Latina y otros países en desarrollo, al punto que la financiera Morgan Stanley acuñó una nueva sigla para el análisis, «los cinco frágiles» de la economía mundial: Brasil (que experimentó la peor caída de su moneda en cinco años), India, Indonesia, Turquía y Sudáfrica.
El cambio de política se hizo efectivo en enero de este año cuando el presidente saliente de la Fed, como también se le conoce, Ben Bernanke, aprobó la reducción del estímulo financiero de US$85.000 millones mensuales a US$65.000 millones.
A mediados de marzo, su sucesora, Janet Yellen, indicó que se reduciría a US$55.000 millones.
Según el Banco Mundial, México y Brasil, países que por sí solos concentran la mitad de los flujos financieros a la región, están particularmente expuestos a estos vaivenes.
«Los capitales que entraban abarataban el crédito y fomentaban la inversión. Al retirarse crean el efecto opuesto: encarecen el crédito, impactan en la tasa de cambio, reducen el capital en circulación», indicó a BBC Mundo el economista Jorge Gaggero, miembro fundador de la Red de Justicia Fiscal en América Latina.
Argentina, que por su «default» a principios de siglo quedó marginada de los mercados de capitales, sufre menos estos vaivenes, meintras que la mayor exposición de México se ve neutralizada por su cercanía e integración con la economía estadounidense.
China y las materias primas
En 2013 China creció un 7,7%, el porcentaje más bajo en 14 años. El pobre desempeño de los tres primeros meses de este año llevó a las autoridades chinas a anunciar un paquete de estímulo esta semana.
El objetivo es que la economía se estabilice en torno a un 7,5% de crecimiento, pero el mismo gobierno chino ha declarado que las tasas de dos dígitos experimentados en el pasado no volverán.
Esas tasas y la plena incorporación de China en el mercado mundial fueron fundamentales para la década dorada 2002-2012 de la economía latinoamericana, por el impacto que tuvo sobre el precio de las materias primas.
Con la desaceleración china, la demanda cayó y tuvo un fuerte impacto en los precios de las materias primas, en particular las de carácter industrial.
El cobre sirve de ejemplo. El precio del metal cayó un 10% en lo que va de 2014. China constituye un 40% de la demanda global del cobre y para Chile, que es el mayor exportador de cobre del mundo, las ventas al mercado chino representan un 7% de su PIB.
La tendencia no cambiará de dirección porque responde a una transformación del modelo económico chino, que está intentando basar menos su crecimiento en la exportación e inversión y más en su consumo interno.
«Lo cierto es que América Latina sigue arrastrando esta fatalidad de las materias primas. Más allá de los modelos económicos, seguimos dependiendo de productos primarios», indicó Gaggero a BBC Mundo.
Optimismo moderado
Sin embargo, el Banco Mundial opina que hay razones para un moderado optimismo.
«En primer lugar esta exposición a los shocks externos, producto de la integración de la región al mercado mundial, no se va a convertir en vulnerabilidad gracias a una mayor solvencia fiscal», señala el informe.
«Muchos países medianos o grandes tienen margen de maniobra para poner en marcha medidas contracíclicas. Pero un número significativo de países de América Central y el Caribe están más expuestos».
Chile, afectado tanto por la política monetaria estadounidense como la desaceleración china, tiene un fondo contracíclico que debería ayudarle a aguantar el chubasco. Otras naciones con similares herramientas fiscales son Colombia, México y Perú.
Otra razón para un moderado optimismo es que, según el Banco Mundial, la región depende hoy más de la inversión extranjera directa y las remesas que de los flujos crediticios o la especulación financiera.
«Es cierto que los países están mejor preparados, en especial los que tienen metas inflacionarias, pero también es cierto que la situación es más frágil que la de 2008. Lo ideal sería que América Latina tenga una política fiscal más restrictiva y una monetaria más relajada», señala el Banco Mundial.
En otras palabras, menos gasto estatal y tasas de interés más bajas que estimulen la producción y el consumo. Además, los expertos indican que esos desequilibrios podrían suavizarse con políticas que controlen la fuga de capitales y reduzcan la evasión impositiva.
La receta puede no ser del gusto de todos y sus resultados pueden distar de lo esperado -suele suceder en economía- pero lo cierto es que los gobiernos tienen margen para actuar.