Le impiden la entrada al Padre de Marc Anthony, por no estar en la lista de invitados.
Casa Campo, La Romana.- Imaginen llegar para la boda de su hijo y que no lo dejen pasar porque no lo reconocen ni está en la lista de invitados.
Pues eso fue lo que le pasó a don Felipe Muñiz, padre del cantante Marc Anthony, cuando se presentó ayer a la entrada de la residencia de su hijo en Casa de Campo y la seguridad a cargo de la boda del salsero y su novia, Shannon de Lima, que se celebrará esta tarde, es tan estricta que no lo dejó pasar.
No fue hasta bastante después, y bajo amenaza del padre del novio de que se tomaría un avión de vuelta a Puerto Rico, que buscaron al director de seguridad de Marc, apodado “El Paisa”, que lo reconoció y le permitió entrar. Don Felipe estaba acompañado de su hija, quienes llegaron en un taxi al lugar desde el aeropuerto de La Romana.
La aventura fue relatada hoy por un reportero de Univisión que estaba apostado en el aeropuerto.
“Llegó este personaje (Felipe y su hija) y se lo llevaron por la parte de atrás del aeropuerto y lo montaron en un carro. Los seguimos y pasamos la primera caseta de seguridad, la segundo hasta que llegaron a la casa de Marc. Cuando sale el taxi una hora después, le preguntamos al chofer porqué se demoró tanto en salir de la casa de Marc, y me cuenta el hombre que resulta que el que iba en el taxi eran el papá y la hermana de Marc Anthony, y no dejaban entrar al mismísimo padre que venía de Puerto Rico. El señor se puso bravo y les dijo que si no llamaban a Marc se volvía para San Juan que lo estaban haciendo esperar demasiado. Es cuando llaman a la seguridad de Marc y lo dejó entrar”, dijo el reportero.
En la tarde de ayer arribó a Casa de Campo el salsero Tito Nieves, sin problemas para entrar.
Se supo además, que el intérprete de “Vivir la vida” había comprado el terreno que queda junto a su mansión donde han colocado una tarima con luces para el concierto de Juan Luis Guerra y Carlos Vives entre otros artistas que van a cantar en la boda.
Otro dato ofrecido es que se colocaron 120 sillas para la boda civil, que se podría dar a la hora de la caída del sol para capturar tan romántico evento, y se pidieron 300 platos de comida para los invitados en la recepción.