Beirut,

Las fuerzas gubernamentales sirias apoyadas por los rusos libraban este lunes los combates más encarnizados desde el inicio de las operaciones aéreas de Moscú, mientras la Unión Europea pidió que los bombardeos dejen de apuntar contra los rebeldes moderados.

En una reunión en Luxemburgo, los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea expresaron su “preocupación” de que el principal blanco de los bombardeos no sean los yihadistas y dijeron que una transición en Siria es imposible si Bashar al Asad sigue en el poder.

En tanto en Irak, donde los yihadistas del grupo Estado Islámico controlan amplios territorios que forman parte del califato que proclamaron, las autoridades intentaban confirmar si el líder del movimiento, Abu Bakr al Bagdadi, fue alcanzado en un operativo el domingo.

La televisión pública siria informó que las tropas de Damasco tomaron la localidad de Kafr Nabuda en la provincia de Hama, como parte de una ofensiva para recuperar territorios en el centro del país.

Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que tras la entrada de los tropas, seguían los combates.

“Las fuerzas del régimen capturaron el distrito sur de Kafr Nabuda apoyados por más de 20 bombardeos rusos”, informó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. “Los combates son los más encarnizados desde el inicio de la campaña aérea rusa el 30 de septiembre”.

Las fuerzas de Damasco apuntan a controlar la localidad de Jan Sheijun, que se sitúa en el camino de la estratégica carretera que une el norte con el sur del país, cerca de la frontera con la provincia de Idleb.
Muchos de los ataques aéreos rusos se han centrado en el área fronteriza de las provincias de Hama, Idleb y Latakia.

La provincia de Latakia, en la costa Mediterránea, es un bastión del gobierno, mientras que Idleb está controlada por una alianza de milicias islamistas que incluye al grupo Frente al Nosra, afiliado a Al Qaida.

En los últimos meses, los insurgentes buscan avanzar hasta Hama para controlar el estratégico valle de Sahl al Ghab.
Críticas contra Moscú

Moscú informó que su aviación ha bombardeado 53 objetivos terroristas en Siria en las últimas 24 horas, en las provincias de Homs, Hama, Latakia e Idleb.

Moscú, que comenzó a finales de septiembre sus bombardeos para apoyar el gobierno sirio, afirma que sus operativos apuntan tanto al grupo yihadista Estado Islámico (EI) como a “otros grupos terroristas”.

Sin embargo, los rebeldes afirman que las operaciones apuntan sobre todo a grupos moderados y no a los yihadistas.

Estados Unidos y sus aliados occidentales, contrarios al gobierno de al Asad, también realizan operaciones contra EI desde hace más de un año. Según esta coalición, Moscú actúa más para asistir al gobierno sirio que para atacar el grupo yihadista.

En este contexto, los ministros pidieron a Rusia que “cese inmediatamente” los ataques contra los rebeldes “moderados”.

“Esta escalada militar amenaza con prolongar el conflicto, socavar el proceso político, agravar la situación humanitaria y aumentar la radicalización”, afirmaron los funcionarios.

El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, acusó a Rusia de contribuir a extender el conflicto apoyando a al Asad.
El comunicado de los ministros también reiteró la necesidad de una transición en Siria, para terminar con el conflicto que comenzó con una revuelta contra el gobierno en 2011.

“No puede haber una paz duradera en Siria con el gobierno actual”, afirmaron los diplomáticos.

Más de 240.000 personas han muerto en el conflicto en Siria y cerca de cuatro millones se han visto obligados a dejar su hogar.

Por Layal Abou Rahal/Beirut/AFP

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