Un 62% de los estadounidenses apoya una reforma migratoria que abra una vía a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados, un nivel casi idéntico en más de un año, pero el asunto está lejos de sus prioridades, según un sondeo publicado este martes.

Casi dos de cada tres estadounidenses respaldan que los inmigrantes que viven ilegalmente en el país se conviertan en ciudadanos, mientras cumplan ciertos requisitos, para acceder a más derechos, según la encuesta del Instituto Brookings y el instituto de investigación religiosa PRRI.

Por otro lado, un 17% prefiere que los inmigrantes indocumentados obtengan un estatus legal pero sin ciudadanía, mientras que 19% -o uno de cada cinco- opina que deben ser deportarlos.

El estudio consistió en encuestas telefónicas, en español e inglés, el pasado abril, a 1.538 adultos que ya habían respondido un sondeo similar en marzo de 2013. Entonces, un 63% respondió apoyar la vía a la ciudadanía.

“En más de un año, hemos visto un apoyo absolutamente invariable”, dijo a la AFP Robert Jones, presidente de PRRI.

El apoyo a la reforma cruza todo el espectro político en Estados Unidos, con mayoría entre demócratas (70%), republicanos (51%) e independientes (61%).

“HAY UN ACUERDO BIPARTIDISTA DE QUE EL SISTEMA MIGRATORIO EN EEUU ESTÁ ROTO”

“No sólo hay un acuerdo bipartidista de que el sistema migratorio en Estados Unidos está roto, (…) sino que hay una sensación de que algo debe hacerse“, señaló Jones.

El Senado estadounidense aprobó, el año pasado, una ambiciosa reforma del sistema migratorio que prevé, bajo condiciones estrictas y al finalizar un período transitorio de al menos 13 años, conceder la nacionalidad estadounidense a unos 11 millones de inmigrantes ilegales.

Sin embargo, desde entonces el proyecto permanece empantanado y sin esperanzas en la Cámara de Representantes, controlada por la oposición del Partido Republicano.

De acuerdo con otro sondeo publicado días atrás, el rechazo republicano a la reforma puede volverse como un búmeran en su contra. En efecto, el 71% de los hispanos consultados consideran que es “muy o extremadamente importante” que los ilegales obtengan la ciudadanía, por lo que podrían castigar al Partido Republicano en las urnas en las elecciones de noviembre.

Según el estudio de hoy, una cuarta parte de los estadounidenses opina que la reforma debe ser la mayor prioridad del presidente Barack Obama y del Congreso.

Sin embargo, el asunto queda relegado detrás de otras preocupaciones más generales.

Para los encuestados, la recuperación del empleo, reducir el déficit fiscal y los costos de la salud, así como “atender la debacle moral” de Estados Unidos merecen mayor atención.

Incluso los hispanos y los menores de 29 años, quienes son los más fuertes partidarios de la reforma, tienen otras prioridades.

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