Científicos descifran genoma del café.
Un grupo de científicos, entre ellos de Brasil, España, EEUU y Francia, secuenciaron el genoma de la planta del café, lo que puede ayudar a mejorar la aroma, el sabor y producción y a entender la evolución de la cafeína, la “mejor amiga química del hombre”, según los autores del trabajo.
“El café es tan importante para los que madrugan todos los días como lo es para la economía global”, subrayó Philippe Lashermes, del Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo y uno de los principales autores.
Los resultados de este trabajo se publican en la edición de este viernes de la revista Science y, entre otros, cuenta con participación de la Financiadora de Estudios y Proyectos de Brasil (FINEP Qualicafe)y el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Brasil (INCT Cafe), además de científicos de instituciones de Canadá, Francia, Italia, EEUU y España.
Con un consumo que supera las 2.250 millones de tazas al día en todo el mundo y una producción de más de 8,7 millones de toneladas en 2013, el café es una de las bebidas más populares en el mundo y que da trabajo a cerca de 26 millones de personas de 52 países, según datos de 2010 facilitados por la Organización Internacional del Café.
Ahora, este equipo internacional de científicos secuenció su genoma, aportando datos para mejorar la planta.
En concreto, los investigadores secuenciaron el genoma de la especie “Coffea canephora” o robusta, originaria de África occidental y que se cultiva sobre todo en el continente africano, Brasil y el sureste asiático. Esta variedad supone un 30 % de la producción mundial.
El estudio permite “extraer algunas conclusiones sobre por qué el café es tan especial”, según Lashermes, quien en una nota de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS) añadió que la secuenciación del genoma del café (25.574 genes) puede suponer un importante paso para su mejora.
El trabajo de Science hace dos aportaciones principales: proporciona herramientas para la mejora genética de la planta del café y da una visión más amplia y precisa de cómo ha sido la evolución de los genes relacionados con la cafeína, un alcaloide que la planta usa para defenderse de insectos y potenciales competidores y que los humanos han convertido en su “mejor amigo químico”.
“Si disponemos del genoma se pueden realizar cruzamientos dirigidos que permitan, por ejemplo, obtener variedades que mejoren el sabor del café -más menos amargo-, aroma o la resistencia a plagas”, detalló a Efe Julio Rozas, investigador de la Universidad de Barcelona (noreste de España) y uno de los participantes del proyecto.
Al comparar la planta del café con otras como la vid o el tomate, los científicos hallaron que el café muestra un mayor número de genes relacionados con la producción de alcaloides que contribuyen a cualidades como el aroma o el amargor del grano.
También, que entre aquellas familias de genes que aparecen expandidas en número están las relacionadas con la síntesis de la cafeína.
Para llegar a estas conclusiones, se utilizó un software creado en la Universidad de Barcelona (BadiRate), el cual permite conocer qué genes se duplican de forma recurrente en un genoma específico.
“Hemos visto que hay unas cuantas familias de genes que han aumentado de forma importante en el genoma del café -muchas relacionadas con la cafeína-”, explicó Rozas, quien añade que a diferencia de otras plantas, en el café la adquisición de genes no fue a través de la duplicación del genoma completo, sino a través de la duplicación recurrente de genes individuales.
Lorenzo Carretero-Paulet, otro de los firmantes (Universidad de Buffalo, Nueva York, EEUU), coincidió con Rozas en que uno de los datos más relevantes es que en el genoma del café aparecen expandidas familias concretas de genes relacionados con la defensa de la planta y con sustancias que ésta utiliza para interaccionar ecológicamente con el entorno y, además, le confieren propiedades de aroma y sabor.
“Esto tiene implicaciones directas en la mejora de los mecanismos de resistencia a hongos, por ejemplo, y sirve para moldear la composición química del grano”, señaló en declaraciones a Efe Carretero-Paulet.
En cuanto a la evolución de la cafeína, el estudio refuerza trabajos anteriores que apuntaban que la cafeína del café no comparte un ancestro común con la del té y cacao: los genes implicados en la síntesis de la cafeína se originaron en el café de forma independiente.
EFE -Noemí G. Gómez