El periódico estadounidense The New York Times se hizo eco en su edición dominical de la acusación de abuso sexual de varios menores en el país que pesa sobre Jozef Wesolowski, el ex nuncio apostólico en República Dominicana, y ofrece los testimonios de las víctimas.

El horrendo caso ha puesto en discusión la inmunidad diplomática de la que goza el secerdote y que impide sea perseguido judicialmente fuera del Vaticano.

El diario neoyorkino publica hoy un artículo de Laurie Goodstein, en el que describe como el ex nuncio Wesolowski recorría el área del Monumento Fray Antón de Montesinos, en el malecón de Santo Domingo, en busca de niños indigentes (denominados palomos) o limpiabotas, en edades entre los ocho y 14 años, para sostener relaciones sexuales con ellos.

La publicación cuestiona que el entonces prelado de la iglesia católica fuera removido estratégicamente de su cargo por el Vaticano y enviado fuera del país.

El artículo destaca que frenar la explotación sexual en República Dominicana es uno de los problemas acuciantes y que la Iglesia Católica es una de las instituciones que han hecho suya esta causa.

La nota refiere que uno de los denunciantes, de 14 años, narró con voz entrecortada, mirando al suelo, que cuando tenía 11 años, el hombre (el ex nuncio Jozef Wesolowski) le dio más de 25 pesos para que lo observara mientras se masturbaba junto a la playa. Dijo que se asustó, y nunca lo hizo de nuevo.

En julio de este año, el Vaticano divulgó un comunicado en el que informaba de la expulsión del sacerdocio de Wesolowski que llegó al país en 2008 y salió en un aparente viaje sin regreso en agosto del año 2013.

«Esa es la mejor respuesta que se puede dar a quienes hablan sandeces y critican a la Iglesia Católica por la debilidad de una persona», expresó en ese momento el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, máximo representante de la iglesia católica en República Dominicana,

Sin embargo congresistas y funcionarios dominicanos insisten en la necesidad de que Wesolowski, quien según el testimonio de algunos de los menores abusados pagaba entre RD$400 y RD$ 5.000 para verles nadar sin ropa o mantener algún tipo de contacto sexual, debe ser juzgado en el país y no por un tribunal de Roma.

«Estos niños que fueron abusados, sus familias y la sociedad dominicana, tienen un derecho legítimo a ver Jozef Wesolowski juzgado por un jurado -no como un diplomático, sino por lo que realmente es», dijo la fiscal del Distrito Yeni Berenice Reynoso al diario de la Gran Manzana.

 

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