El consejo de administración de Repsol ha acordado la adquisición de la totalidad del capital social de la petrolera canadiense Talisman Energy por 10.400 millones de euros, ha informado este martes la petrolera española a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esta operación es «francamente transformadora» para la petrolera española al enfocarla más hacia la exploración y producción de hidrocarburos, según ha destacado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz.

Se trata de la mayor operación internacional realizada por una empresa española en los últimos cinco años, según el grupo presidido por Antonio Brufau, que se situará así entre las 15 compañías petroleras privadas más importantes del mundo, con presencia en más de 50 países y con más de 27.000 empleados.

Así, en una rueda de prensa en la que ha intervenido junto al presidente de Repsol, Antonio Brufau, el consejero delegado ha explicado que el conjunto de las actividades de exploración y producción (Upstream) pasará a absorber el 58% del capital empleado por Repsol, frente al 38% que suponía hasta ahora.

La producción del grupo aumentará un 76%

Imaz ha destacado que la compra de la petrolera canadiense es transformadora para Repsol por lo que supone en crecimiento, diversificación, internacionalización e incorporación de nuevo talento y nuevas capacidades en el campo de la exploración y la producción. «A partir de ahora, vamos a ser una compañía más enfocada a la exploración y la producción«, ha insistido.

La empresa española asegura que la compra de Talisman «aportará a Repsol activos en producción de primera calidad y áreas de gran potencial exploratorio en Norteamérica (Canadá y Estados Unidos) y el Sudeste Asiático (Indonesia, Malasia y Vietnam), así como en Colombia y Noruega, entre otros países».

Con esta adquisición, Repsol calcula que su producción de hidrocarburos aumentará un 76%, con lo que entre crudo y gas alcanzará los 660.000 barriles equivalentes de petróleo al día, frente a los 380.000 barriles que tiene en la actualidad.

También incrementará su volumen de reservas un 55%, al superar los 2.300 millones de barriles equivalentes de petróleo. Sobre estas reservas, Antonio Brufau ha señalado su elevado desarrollo (de un 60%), «lo que significa que pueden ponerse a producir sin más inversión«. Sin embargo, ha destacado que no planean iniciar su explotación, ya que «primero debe maximizarse» las actuales bolsas de producción.

Imaz ha subrayado que «la lógica estratégica [de la operación] es el crecimiento», aunque también ha indicado que permite a la petrolera una mayor diversificación y una reducción de la exposición en los países con má riesgo geopolítico, ya que Norteamérica aumentará su peso en la compañía, al suponer casi el 50% del capital empleado en el área de exploración de hidrocarburos de la compañía. Al terminar la integración, el capital para América Latina será del 22%.

Pago de 6.700 millones y asunción de una deuda de 3.700 millones

Repsol pagará 8.300 millones de dólares (6.640 millones de euros) y asumirá una deuda de 4.700 millones de dólares (3.760 millones de euros). Explica que esa cantidad «se financiará con caja propia, fundamentalmente obtenida de la recuperación de valor de YPF tras su expropiación (6.300 millones de dólares), junto con otras fuentes de liquidez de las que dispone la compañía».

Para llevar a cabo la operación, Repsol -que cuenta con una liquidez de 6.400 millones de euros en efectivo y equivalentes- articulará unas líneas de crédito a largo plazo de 2.600 millones de euros y opciones financieras adicionales a corto plazo, al tiempo que llevará a cabo una emisión de hasta 5.000 millones de bonos híbridos, no dilutiva para los accionistas, según ha indicado Imaz.

La transacción elevará la deuda actual de Repsol desde los 2.500 millones de dólares actuales (unos 2.000 millones de euros) hasta 15.400 millones de dólares (unos 12.400 millones de euros).

«La posición financiera después de la operación es de una compañía mucho más grande con un nivel de deuda de unos 15.000 millones», ha señalado Brufau, que no ha contemplado ninguna operación corporativa adicional ni el pago de ningún dividendo extraordinario. «Hay que ser muy prudente y pensar en el futuro. No contemplamos el pago de ningún dividendo extraordinario», ha recalcado.

Una operación favorecida por la bajada del petróleo

El acuerdo con Talisman supone el pago a sus accionistas de 8 dólares (6,4 euros) por cada acción, lo que representa una prima del 24% sobre la cotización media de los últimos tres meses.

Con esas cifras, el consejero delegado de la multinacional española ha resumido que «se trata de un buen acuerdo en el momento adecuado» y ha explicado que se ha conseguido adquirir una compañía con «muy buenos activos» que se encuentran en la actualidad por debajo de su valor, debido a la tensión que supone la bajada del precio del petróleo sobre «compañías con estrés financiero, con debilidad por su endeudamiento, como es el caso de Talisman».

Según una estimación «conservadora» de ambas empresas, la gestión conjunta de activos supondrá un ahorro de más de 200 millones de dólares (160 millones de euros) al año, «fundamentalmente por la optimización de funciones, gestión del portafolio de negocios y exploración, una mayor capacidad de comercialización en Norteamérica y la aplicación de tecnología y mejores prácticas operativas».

Pendiente de la aprobación de las autoridades canadienses

Según el comunicado, «la operación ha sido unánimemente aprobada y valorada de forma favorable tanto por el consejo de administración de Talisman como por el consejo de administración de Repsol«.

El cierre de la operación -previsto para mediados del año que viene– está sujeto a la autorización de la autoridad gubernamental en materia de inversiones extranjeras (Investmente Canada) y de los accionistas de Talisman, que están convocados a una junta extraordinaria el próximo 19 de febrero.

Además, la sede de Talisman, la ciudad canadiense de Calgary, se convertirá en «uno de los grandes centros corporativos de Repsol fuera de España».

La petrolera española señala que va a continuar su estrategia en el país norteamericano, donde posee activos de gas y petróleo «de gran calidad» y donde ha realizado «importantes inversiones» en actividades en la costa este del país. Además, Repsol es el socio mayoritario en la planta de Canaport LNG en la localidad de New Brunswick.

El acuerdo contiene las cláusulas «habituales en este tipo de operaciones», según Repsol, que menciona que el consejo de administración de Talisman se compromete a no buscar activamente otros posibles compradores, mientras que la española se compromete a igualar ofertas superiores “no solicitadas”. Además, los consejeros y ejecutivos de Talisman no venderán sus acciones y votarán a favor del acuerdo. Por último, la compañía canadiense asume el compromiso de pagar a Repsol un importe de 270 millones de dólares «en determinadas circunstancias si finalmente no se cerrara la transacción».

Prospecciones en Canarias

Preguntado sobre la incidencia del nuevo impuesto sobre explotación de hidrocarburos que ha anunciado el Gobierno -y que el ministro de Industria y Energía ha situado este martes en el entorno del 8%-, el presidente de Repsol ha mostrado su preocupación, ya que «puede impactar en la rentabilidad de algún proyecto en España«, en referencia a los sondeos en aguas cercanas a Canarias.

«Nos da un poco de preocupación que un tema de esta magnitud se produzca cuando un proyecto ya está en marcha. Y dependerá de si hay o no hay [petróleo] y de la cantidad de barriles que puede haber para ver si el proyecto puede llevarse adelante con ese impuesto», ha señalado Brufau.

A este respecto, Josu Jon Imaz ha explicado que los resultados de las prospecciones en Canarias se conocerán en unas 4 o 6 semanas y que, en el caso de que el resultado sea positivo, se analizará si es comercializable.

RTVE.es

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