Nueva York,
Los supuestos participantes en la trama de corrupción destapada en la ONU, incluido el expresidente de la Asamblea General John Ashe, fueron imputados ayer por un gran jurado de Nueva York.

El diplomático de Antigua y Barbuda, que presidio el órgano entre 2013 y 2014, se enfrenta a dos cargos por delitos fiscales, tras presuntamente haber recibido más de un millón de dólares en sobornos de empresarios chinos.

Entre los imputados destaca también el multimillonario constructor chino Ng Lap Seng, acusado de estar en el centro del escándalo.

Según las autoridades estadounidenses, Ng pagó a Ashe para tratar de entre otras cosas impulsar su proyecto para construir un centro de conferencias de la ONU en el territorio de Macao.

Hoy, al formalizar sus acusaciones, la Fiscalía añadió dos cargos más contra el magnate y varios de sus cómplices, incluido el de conspirar para el blanqueo de dinero.

También se añade ese cargo a los que ya tenía por sobornos al diplomático dominicano Francis Lorenzo, al que la Fiscalía acusa de estar a sueldo de Ng y de gestionar el pago de los sobornos a Ashe.

Está previsto que los cinco imputados comparezcan esta semana en el juzgado, mientras que una sexta persona acusada originalmente está a la espera de que se formalicen los cargos en su contra.

El pasado viernes, un juez había concedido a Ng la libertad bajo fianza de 50 millones de dólares y con la condición de permanecer en arresto domiciliario, pero la Fiscalía ha intercedido para que esté bajo custodia al menos hasta que vaya a declarar al considerar que hay riesgo de fuga.

Tras destaparse el caso, la ONU ordenó una investigación interna sobre todas las relaciones mantenidas con dos fundaciones vinculadas a Ng.

EFE

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