EEUU.- General Motors (GM) pagará la segunda multa más alta de la historia del automóvil, 900 millones de dólares, por ocultar durante años un defecto en sus automóviles que habría causado al menos 124 muertos en Estados Unidos.

La cifra solo es superada por los 1.200 millones de dólares pagados el año pasado por Toyota por ocultar a las autoridades estadounidenses el defecto que causaba aceleraciones involuntarias en algunos de sus modelos.

En un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunciado hoy, GM también ha aceptado estar bajo control de un inspector federal que vigilará las actuaciones de la compañía en materia de seguridad y llamadas a revisión durante tres años.

El acuerdo establece que las autoridades estadounidenses imputarán criminalmente a la compañía por ocultar el defecto pero aplazarán durante tres años la presentación de cargos.

Si la compañía cumple los términos del acuerdo, al cabo de los tres años los fiscales estadounidenses desestimarán los cargos contra GM, mayor fabricante automovilístico de Estados Unidos.

Figura en el acuerdo la admisión por parte de GM de que ocultó el defecto a la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) y que engañó a los consumidores estadounidenses.

En un comunicado dado a conocer tras el anuncio del acuerdo, la consejera delegada de General Motors (GM), Mary Barra, se disculpó por el defecto.

«Los errores que condujeron a la llamada de revisión del sistema de ignición nunca deberían haberse producido. Nos hemos disculpado y lo hacemos de nuevo hoy», afirmó Barra.

El secretario de Transporte de Estados Unidos, Anthony Foxx, señaló en una declaración que GM «no solo no reveló este mortal defecto sino que, como demuestra la investigación del Departamento de Justicia, ocultó de forma activa la verdad tanto a NHTSA como al público».

«El anuncio de hoy es un mensaje para los fabricantes: engaños y retrasos son inaceptables, y el precio por tener ese comportamiento es elevado», añadió Foxx.

Por su parte, el director de NHTSA, Mark Rosekind, afirmó que «las acciones de hoy fortalecen los esfuerzos de NHTSA por proteger al público. Envían un mensaje no solo a GM, sino a todo el sector del automóvil: que en lo que se refiere a seguridad, decir toda la verdad es la única opción».

También hoy, GM anunció que pagará 575 millones de dólares para indemnizar a personas afectadas por el defecto, tanto accionistas como víctimas de accidentes.

El acuerdo se divulgó casi un mes después de que el fondo de compensación independiente formado por la compañía el año pasado terminase sus trabajos.

El pasado 24 de agosto, el fondo dijo que ha aceptado 399 demandas de indemnización (124 por muerte, 17 por lesiones muy graves y 258 por lesiones graves) y que había rechazado 349 solicitudes de indemnización por fallecimiento, 262 por lesiones muy graves y 3.333 por lesiones graves.

El escándalo estalló a principios de 2014, poco después de que Barra asumiese la dirección de GM, cuando el fabricante reconoció públicamente la existencia del defecto.

Tras una investigación interna, la empresa determinó que empleados de la compañía tuvieron conocimiento del problema durante años pero que nadie en la compañía tomo medidas para solucionarlo.

El defecto del sistema de ignición afectó a modelos producidos por las marcas de GM antes de la creación de la nueva General Motors en 2009, y permite la desactivación involuntaria y repentina del motor del vehículo, lo que desconecta sus airbag.

La inspectora general del Programa de Ayuda a Activos Problematicos (TARP), Christy Goldsmith Romero, indicó hoy que, si GM hubiese gastado menos de un dólar por vehículo en arreglar el problema, habría evitado la instalación de los sistemas de ignición defectuosos, por lo que dijo que las muertes provocadas fueron totalmente «evitables».

El fiscal general del distrito meridional de Nueva York, Preet Bharara, explicó hoy durante una rueda de prensa que, aunque no imputará criminalmente a los actuales ejecutivos de GM, algunos empleados actuales y pasados del fabricante podrían ser imputados.

Bharara señaló que «este ha sido un caso muy difícil, especialmente para las familias de las víctimas que murieron en los vehículos de GM».

«Lo principal en nuestras mentes en todas las etapas de la investigación han sido las víctimas del sistema de ignición defectuoso», añadió el fiscal.

EFE

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