Manila,-
Más de 2.600 inmigrantes rohinyás y bengalíes están a la deriva en aguas del Sudeste Asiático a la espera de un país que les acoja, indicaron hoy en Manila el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización de las Naciones Unidas para las Migraciones (OIM).

El representante del organismo la ONU en Filipinas, Bernard Kerblat, dijo en una rueda de prensa que esta cifra es «conservadora» y que se trata de una «estimación aproximada», de acuerdo con el medio local «Interaksyon».

Kerblat insistió en la necesidad de más medios de rescate y búsqueda de los inmigrantes para apoyar a aquellos países que se han comprometido con esta misión, como Tailandia, Malasia, Indonesia, Bangladesh, Birmania (Myanmar), Turquía y Estados Unidos.

En lugar de «ignorar a los emigrantes y dejar que se pudran» o que mueran por enfermedades o el cansancio, el representante del ACNUR abogó por comunicarse con ellos y averiguar sus necesidades y sus motivaciones.

Por su parte, el jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Filipinas, Marco Boasso, instó en la rueda de prensa a los países del Sudeste Asiático a ofrecer «infraestructuras de tránsito» para los rohinyás y bengalíes, como ha hecho Filipinas.

Según ACNUR y OIM, se necesitan más territorios donde acoger a los refugiados mientras se organiza su reasentamiento.

A principios de mes, Tailandia descubrió un campo clandestino de inmigrantes en la jungla del sur del país y, el 6 de mayo, el primer ministro del país, Prayuth Chan-ocha, dio diez días a los cuerpos de seguridad para desmantelar toda la trama de tráfico de personas.

Desde entonces, unos 3.000 bengalíes y rohinyás han desembarcado en Indonesia y Malasia, países que un principio intentaron rechazar la ola de barcos y devolverlos a aguas internacionales y que han acabado por aceptarlo temporalmente, siempre que la comunidad internacional se comprometa a reubicarlos en terceros países y repatriarlos en el plazo de un año.

Según ACNUR, unas 25.000 personas zarparon en barcos desde Bangladesh y Birmania durante el primer trimestre de 2015, el doble del número registrado en el mismo periodo del año pasado.

Los rohinyás son una minoría musulmana no reconocidos como ciudadanos en Birmania ni en Bangladesh.

EFE

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