La Paz, Bolivia.-

La fuga del empresario peruano Martín Belaunde de su arresto domiciliario en La Paz causó ayer la renuncia del ministro de Gobierno de Bolivia, Hugo Moldiz; el relevo del jefe de la Policía nacional y ha tensado las relaciones con Perú.

A primera hora del día, el presidente Evo Morales tomó juramento al sustituto de Moldiz, el senador oficialista Carlos Romero, y al mediodía hizo lo propio con el nuevo jefe de la Policía, el general Edgar Téllez, en reemplazo del también general Luis Cerruto.

Moldiz afirmó que se aparta del cargo porque no quiere ser “un pretexto para que los intereses más oscuros que están dentro del país y dentro de la derecha internacional se aprovechen” de este suceso para “mellar” la imagen del Gobierno de Morales.

Moldiz asumió la responsabilidad política de la fuga de Belaunde pero la atribuyó a la corrupción de un grupo de policías que estaba desde enero pasado a cargo de la custodia del empresario, que fue asesor de campaña del presidente peruano Ollanta Humala en 2006.

Belaunde Lossio se escapó el domingo en la madrugada de la vivienda donde estaba arrestado en La Paz poco después de que se anunciara su pronta extradición a Perú, donde debe responder ante la Justicia por denuncias de supuesta corrupción.

A las autoridades bolivianas no les cabe duda de que los custodios colaboraron en la huida después de enterarse de que Belaunde les pagaba cada día entre 14 y 28 dólares y de que reportaron la fuga a sus superiores cuatro horas después de producirse.

El propio Morales arremetió ayer contra el grupo de agentes que estaban a cargo de vigilar a Belaunde y sostuvo que existen sectores policiales que causan “un mala imagen” a Bolivia por este caso y por otros en los que la Policía boliviana ha quedado mal parada.

De hecho, en los últimos años se han producido al menos unas cinco sonadas fugas de diversos acusados a los países vecinos o a Estados Unidos, cuando en teoría estaban bajo estricta vigilancia policial.

Catorce personas han sido detenidas en Bolivia hasta el momento en relación con la fuga del Belaunde, entre ellas sus familiares en La Paz, los policías que lo custodiaban y el abogado defensor del empresario peruano, el boliviano Jorge Valda.

Pese a la situación delicada que ha creado la fuga del Belaunde, el mandatario boliviano sostuvo ayer que no cree que lo sucedido “perjudique” las relaciones con Humala, con quien tiene previsto celebrar una reunión el próximo 23 de junio.

Según Morales, las relaciones entre Bolivia y Perú no están sometidas “a la actitud de los delincuentes”.

“Dudo de que esta situación pueda afectar nuestras relaciones diplomáticas”, insistió el mandatario al ser consultado por los medios sobre las consecuencias de la fuga.

EFE

Dejanos tu comentario