Bogotá.- Colombia vivió ayer una jornada de violencia guerrillera que dejó ocho muertos entre policías y militares, seis heridos y un desaparecido, horas antes de que entre en vigor un cese el fuego unilateral indefinido anunciado por las FARC.

La delegación de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijo el martes en La Habana que en el primer minuto de este sábado (05.01 GMT) comenzará el cese el fuego indefinido, inédito dentro del proceso que desde hace dos años celebra con el Gobierno.

Las horas previas al cese unilateral de hostilidades estuvieron marcadas sin embargo por un recrudecimiento de la actividad guerrillera en los departamentos del Cauca (suroeste) y Norte de Santander (noreste), dos de las regiones más golpeadas por el conflicto armado.

El hecho más grave ocurrió en una zona rural de Santander de Quilichao (Cauca), donde en la madrugada de este viernes murieron cinco soldados, otros cinco sufrieron heridas y uno desapareció en un combate con guerrilleros de la columna móvil Jacobo Arenas y el sexto frente de las FARC, según el Ejército.

Por su parte, la Policía informó de que tres miembros de esa institución murieron en un ataque en el municipio de Toledo, en el departamento del Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.

EFE

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