Viena, (EFE).- La OPEP acude mañana a su reunión ministerial más importante de los últimos años dividida sobre la conveniencia de recortar su producción para frenar una caída de los precios que ha dejado el petróleo por debajo de los 80 dólares, casi un tercio menos que en junio.

Pese a que la cotización del crudo se encuentra en mínimos de cuatro años, los ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han mostrado claras diferencias sobre cómo abordar la situación.

Algunos miembros del grupo, como Venezuela, abogan por un recorte para impulsar los precios, mientras que el mayor productor del bloque, Arabia Saudí, ha defendido en Viena que el mercado «se estabilizará por sí mismo».

Arabia Saudí es el líder natural de la OPEP como el mayor exportador mundial de crudo y por sí solo produce un tercio de los 30 millones de barriles diarios (mb/d) del grupo.

Las dudas sobre lo que el cártel decidirá han hundido aún más los precios en los últimos dos días, con el Brent situado hoy a las 15.30 GMT en 77,65 dólares, con una caída acumulada en lo que va de jornada del 0,8 %. Ayer el Brent ya sumó un descenso del 1,72 %, o lo que es lo mismo, 1,35 dólares.

Un exceso de oferta, en gran parte por el auge en EEUU del petróleo de esquisto, unido a una desaceleración económica en Europa, China y Japón, ha dejado en un segundo plano los temores del mercado por la complicada situación interna en varios países petroleros, como Irak y Libia.

La situación dentro del grupo respecto a la caída de los precios es muy variada. Si Arabia Saudí puede soportar precios de hasta 70 dólares por barril gracias a sus reservas de divisas, países como Venezuela e Irán requieren de un barril de al menos 100 dólares para financiar su presupuesto.

En cualquier caso, los actuales precios están muy alejados de las necesidades presupuestarias de la mayoría de los miembros de la OPEP y de otros productores rivales, como Rusia.

El ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, reconoció el pasado lunes que su país pierde entre 90.000 y 100.000 millones anuales por el actual derrumbe de los precios.

Dentro de los contactos para tratar de coordinar una respuesta a esta situación, el martes se reunieron en Viena representantes de dos importantes países de la OPEP, Venezuela y Arabia Saudí, con los de otras dos importantes naciones petroleras, Rusia y México.

El único en hablar a la salida de la reunión fue el canciller venezolano, Rafael Ramírez, quien aseguró que los cuatro países coincidieron que los precios «no eran buenos», aunque no se acordó ninguna acción coordinada al respecto.

Desde la última vez que recortó su cuota de producción en diciembre de 2011, la OPEP se ha beneficiado de un precio promedio del crudo hasta el pasado junio de unos 107 dólares por barril.

Hace diez años, en 2004, el precio medio anual del crudo de la OPEP era de 36 dólares.

Después de una abrupta bajada en los últimos meses, Arabia Saudí considera que el mercado ha comenzado a estabilizarse en las últimas fechas en torno a los 80 dólares y que, por tanto, quizá no sea necesario tomar medidas drásticas.

Una solución de compromiso que han manifestado algunas fuentes podría consistir en un llamado a cumplir con el techo oficial de producción del grupo, situado en 30 mb/d, lo que en la práctica supondría sacar del mercado unos 300.000 b/d que se producen por encima de ese límite.

Esa decisión no sería suficiente para frenar el descenso de los precios, según Stephen George, analista de la consultora de energía londinense KBC, quien recordó que sólo EEUU tiene previsto incorporar este año al mercado 300.000 barriles adicionales por trimestre, gracias a la bonanza del petróleo de esquisto.

«Creo que finalmente recortarán su producción», declaró a Efe en Viena el analista, para quién los ministros se «han guardado sus cartas» hasta mañana y saben perfectamente que si no toman una decisión el precio seguirá a la baja.

«A nadie le gusta esta situación», recalca George al referirse al descenso de la cotización que está dañando a las economías de los países productores.

«Otra cuestión es cuánto recortará» la OPEP, ya que, dijo, «una reducción pequeña de la producción no convencerá a los mercados» y apenas tendría efectos.

Los expertos también se encuentran divididos entre quienes consideran que no habrá cambios, aquellos que prevén que habrá sólo una pequeña reducción y, por último, los que esperan un gran recorte para reactivar los precios.

Por Luis Lidón

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