Nueva Delhi,

La India recibe hoy al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al que dará un tratamiento sin precedentes para un gobernante estadounidense, en un viaje de tres días que consolida la política exterior india y el carácter prioritario que Nueva Delhi otorga a su relación con Washington.

Obama llega a la India poco más de un mes después de que lo hiciera el presidente ruso, Vladimir Putin, con el que el primer ministro indio, Narendra Modi, cerró importantes acuerdos en materia nuclear y que reafirmó a Rusia como su «socio más importante» en defensa.

La India pretende ahora convencer a inversores estadounidenses para que apuesten por su sector nuclear tras años de preeminencia del capital ruso en un área vital para poder seguir creciendo, a la vez que necesita el apoyo de EE.UU. para ser admitida en organismos internacionales de energía atómica.

Modi busca desde su llegada al poder en mayo aliados estratégicos en el exterior y con este propósito se reunió en septiembre con Obama en Washington, un camino en el que también ha impulsado sus relaciones con otros países de Asia.

Obama tendrá un tratamiento sin precedentes para un gobernante estadounidense y será el primer jefe de Estado de su país invitado al desfile del Día de la República india, jornada en la que se conmemora el aniversario de la Constitución de 1950.

El portavoz del Ministerio de Exteriores indio, Syed Akbaruddin, y el viceconsejero de Seguridad Nacional de EE.UU., Ben Rhodes, han reiterado esta semana el alto componente «simbólico» de la presencia de Obama el lunes en ese desfile.

El gobernante de Estados Unidos, principal exportador de armas del mundo, verá en el desfile militar lo último de las Fuerzas Armadas de la India, el mayor importador de armamento del planeta.

La visita de Obama estará plagada de reuniones con Modi y viene precedida de conversaciones contrarreloj sobre energía nuclear entre los dos países para cerrar un acuerdo que sea firmado por ambos en Nueva Delhi.

La seguridad, en una zona clave para la lucha contra el terrorismo yihadista, será otro asunto central en la agenda de los dirigentes de las dos mayores democracias del mundo.

El inquilino de la Casa Blanca acude además al segundo país más poblado del mundo con un mercado creciente de varios cientos de millones de consumidores, acompañado de su secretaria de Comercio, Penny Pritzker, en plena vorágine de iniciativas políticas de Modi para atraer inversores extranjeros.

La relación comercial bilateral se ha multiplicado por cinco desde 2001, hasta unos 100.000 millones de dólares anuales, pero en la reunión de septiembre se planteó el objetivo de quintuplicarla de nuevo.

Obama llegará acompañado de su esposa Michelle y uno de sus primeros actos será ante el memorial de Mahatma Gandhi, antes de reunirse y almorzar con Modi, tras lo que se espera la comparecencia ante la prensa, para después asistir a la cena oficial con el presidente indio, Pranab Mukherjee.

El desfile militar ocupará la mañana del lunes en medio de unas medidas de seguridad extremas, ya que Obama estará en espacios abiertos más de lo que suele ser habitual en sus actos.

El Gobierno indio ha pedido a los ciudadanos que alerten sobre posibles terroristas, bombas o incluso pájaros que pudieran entorpecer las acrobacias aéreas el día del desfile.

La jornada concluirá con una reunión de los dos dirigentes con empresarios de ambos países.

La estancia concluirá el martes con la intervención del presidente en el programa de radio de Modi y una conferencia conjunta ante unas 2.000 personas.

El matrimonio Obama tenía previsto desplazarse a Agra, en el norte de la India, para visitar el Taj Mahal, considerado como una de las siete maravillas del mundo, pero su estancia ha sido cancelada para viajar directamente desde Nueva Delhi a Arabia Saudí.

Barack Obama será el primer presidente estadounidense en acudir en dos ocasiones a India, donde ya estuvo en 2010.

Efe

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