Por la información privilegiada que me da ser profesional de las ciencias médicas y haber inter-actuado con mis colegas por mas de 30 años desde antes de ser inaugurado el Hospital Dario Contreras, venía recibiendo reportes de la actitud atropellante de las autoridades de la OISOE, la falta de participación de los médicos en la selección de los equipos y la ausencia del criterio necesario para entender la complejidad de lo que significa construir un centro de salud de alto nivel, como es el caso de un hospital traumatológico.Aparte de por una de las famosas ¨visitas sorpresas¨ se tiró a la basura toda la planificación que de había hecho durante varios años para brindar respuesta rápida a los problemas traumatológicos, primera causa de muerte en personas jóvenes en la República Dominicana, lo que se hizo fue intentar reconstruir una instalación hospitalaria que precisamente tiene esa ubicación porque cuando fue inaugurada ese era el límite este de la ciudad de Santo Domingo.

Pues han pasado solo tres meses del engaño a que fue llevado el Presidente Danilo Medina de parte de las autoridades de la OISOE encabezadas por su amigo Miguel Pimentel Kareh y el llamado eufemísticamente ¨nuevo Dario Contreras¨ es un monumento a la improvisación, los manejos turbios y ahora una violación confesa de la ley de 340-06 o de Contrataciones Públicas.

Después de las denuncias de la existencia de una emergencia que no tiene rayos x en un hospital de traumatologia (algo inconcebible), que no existe una sala de curas en un lugar donde se tienen que retirar suturas, curar heridas ademas de quitar y poner yesos todos los dias, que no hay lavamanos en la emergencia, no existe un área de esterilización de instrumentos de para la cura de heridas y hay que cargar agua en envases plásticos.

Pero además los consultorios no tiene lavamanos, no se puede instalar la comunicación porque no se previó instalar el cableado y nos imaginamos ahora tendrán que romper paredes para hacerlo, de que solo existen 90 parqueos diseñados que no son suficientes ni para los vehículos de los medicos.

También que el TAC no esta instalado y lo estan entregando desde el mes de enero y se dice tiene problemas eléctricos, según los informes que tenemos no existe la resonancia magnética de que habla el director de la OISOE, hay una serie de equipos que son de los llamados reconstruidos, es decir, vendidos a precios de nuevos y son usados, que todo el equipamiento del laboratorio es el mismo que existía antes, que existen filtraciones en varias áreas, un comedor frente a una morgue y toda una serie de irregularidades y vicios de construcción que han sido denunciados en en varias ocasiones.

Pues ademas de todo eso, el señor Pimentel Kareh confiesa en una rueda de prensa que violó de modo flagrante la ley de contrataciones públicas al admitir, que aunque el presupuesto licitado era de RD$886 millones, el costo se elevó a mas de RD$1,500 millones, es decir una diferencia exacta de RD$614 millones, un 88% por encima del monto de la licitación.

Sobre este tema la ley 340-06 es clara y sin lugar a interpretación ninguna, cualquier partida adicional que se tenga que agregar al contrato nunca podrá pasar del 25% del monto concursado, y en caso de que esto sea necesario, se tendrá que convocar a una nueva licitación aunque el proceso sea declarado de urgencia.
Es decir, el procedimiento para realizar lo que aparentemente Pimentel Kareh y su gente hizo como les dio la gana, era el siguiente. el Ministerio de Salud Pública debía emitir una resolución explicando las necesidades de aumento de los costos y justificándolos de manera precisa estableciendo el monto del aumento y esto debió ser publicado en periódicos de circulación nacional para conocimiento de todos los interesados.

Ademas en la pagina web de la Dirección General de Contrataciones Públicas se debió publicar las bases de la mueva licitación dando los plazos que establece la ley para tales fines.
Todo esto debió haber contado con la aprobación de la Dirección de Presupuesto, dependiente del Ministerio de Hacienda, para dejar sentada la apropiación de los fondos que iban a ser invertidos en el hospital.

La violación a estos procedimientos conllevan destitución del cargo que ocupe el supuesto infractor, su traducción a la justicia penal y enfrenta una pena de dos años de prisión por violación de la ley 340-06.

Con la confesión del ser Miguel Pimentel Kareh de que ejecutó un presupuesto con el aumento del 88% sin cumplir con los requisitos de ley, simplemente se aplica la máxima: ¨a confesión de parte, relevo de pruebas¨.

Como nos imaginamos que eso es mucho mas grave que pedir explicación a un funcionario por un rumor público, hecho de buena fé para su bien y el del gobierno, entonces nos sentaremos a esperar la destitución de Pimentel Kareh, la realización de una auditoria y su sometimiento a la justicia.

Porque eso fue lo que prometió el Presidente Danilo Medina en su campaña electoral, cuando decía que reaccionaría desde que el rumor público acusara a uno de sus funcionarios de haber cometido actos de corrupción.

Si el Presidente no hace nada, si el escándalo de ver el agua caer del techo de ese hospital cual si fuera una catarata, no importa ni causa reacción alguna, entonces llegaremos a la conclusión de que Danilo si hace lo que nunca se ha hecho, cancela a los funcionarios serios y deja en sus cargos a los sospechosos de haberse embolsillado del pueblo.

Redaccion/DA

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