Pekín.- Alrededor de 300 chinos combaten en las filas del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, según aseguró hoy de forma poco usual el diario oficial Global Times, mientras la potencia asiática expresa con cada vez más frecuencia su preocupación por la influencia yihadista en el noroeste del país.

«De acuerdo a información de varias fuentes, entre ellas oficiales de seguridad de la región del Kurdistán de Irak, Siria y Líbano, alrededor de 300 extremistas chinos están luchando con el EI en Irak y Siria», dice hoy el rotativo, que pertenece al grupo del Diario del Pueblo, medio portavoz del Partido Comunista chino (PCCh).

Aunque portavoces del Ministerio de Asuntos Exteriores chino han negado en varias ocasiones especificar cuántos chinos se han unido al EI, el Gobierno va filtrando información al respecto desde verano.

En julio fue el enviado especial de China para Oriente Medio, Wu Sike, el que aseguró que alrededor de 100 chinos, la mayoría miembros del Movimiento del Turquestán Oriental (ETIM, siglas en inglés), estaban en Oriente Medio luchando o siendo entrenados.

China suele adjudicar al ETIM la autoría de los atentados en la región noroccidental de Xinjiang, donde vive la minoritaria etnia uigur, de religión musulmana, y considera que el fin de la organización es fundar un estado independiente en la provincia, limítrofe con países musulmanes, entre ellos el conflictivo Afganistán.

Pese a su preocupación manifiesta, Pekín nunca ha dado señales oficiales de querer unirse a la coalición internacional organizada por Estados Unidos para combatir a los islamistas del EI.

Sí ha expresado en cambio su interés en frenar por otros medios la amenaza terrorista, cuando alega que fuerzas secesionistas de Xinjiang reciben influencias de yihadistas extranjeros para planear y ejecutar atentados en esa zona y en el resto de China.

 Por su parte, organizaciones uigures en el exilio rechazan la existencia de grupos terroristas y culpan de la violencia a la represión que la comunidad uigur sufre por parte de las autoridades comunistas, así como de la desigualdad en cuanto al acceso a educación, sanidad o empleo con respecto a la mayoritaria han.

(Agencia EFE)

 

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